11/08/2016/AR
Primer paso: observar. Averigua cómo es la persona a la que quieres seducir, cuáles son sus puntos débiles y de qué está más orgullosa. Esto último es lo que debes potenciar, pero ¡ojo!, sin caer en el halago fácil. Se trata de lograr una sintonía entre los dos y, para conseguirlo, puedes incluso mimetizar sus gestos (aunque con cuidado de no parecer una marioneta).
Hazle saber que le darás placer. Y quien dice placer dice autoestima, seguridad, diversión…en definitiva, aquello que la otra persona busca. Así sentirá que de algún modo te necesita y será más fácil la conquista.
Seduce sin que se note. Si aquel a quien quieres atraer descubre tu intención, se acabó la estrategia. Haz como si conquistarle no fuera tu pretensión en absoluto… Simplemente ¡tú eres así de atractiva! El juego de la seducción consiste precisamente en esa especie de imán por el que uno, sin saber muy bien la causa, termina atraído sin remedio.
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