16/07/2017/BBC Mundo
Después de más de tres meses de protestas, la oposición dará este domingo un paso más en su desafío al gobierno de Venezuela.
Los venezolanos en el país y en el exterior están llamados a mostrar en miles de centros de votación su rechazo al presidente Nicolás Maduro y a la Asamblea Nacional Constituyenteque promueve y que se elige el 30 de julio.
La oposición considera un «fraude» esa Constituyente que prevé reformar el Estado y redactar una nueva Constitución. El Consejo Nacional Electoral (CNE) realiza este mismo domingo un simulacro para la votación de dentro de dos semanas.
Pero la oposición plantea su consulta paralela promovida por la Asamblea Nacional -el parlamento- y como complemento a las protestas de calle que comenzaron en abril y que han dejado ya más de 90 muertos.
El plebiscito o consulta no contará con el apoyo del poder electoral ni del gobierno, que lo considera «ilegal y sedicioso». Sin embargo, la oposición dice que sí será vinculante.
En BBC Mundo planteamos 6 preguntas (y 6 respuestas) para explicar las claves del proceso.
1. ¿Quién convoca la consulta?
La oposición a través de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que aglutina a los principales partidos y que promueve desde hace más de tres meses las protestas contra un gobierno que tilda de «dictadura» y al que culpa de la grave crisis económica que sufre el país.
Pero en realidad, en términos legales, es la Asamblea Nacional, el poder legislativo y de mayoría opositora tras las elecciones legislativas de 2015, la que llama a una consulta popular.
Puede hacerlo en virtud del artículo 71 de la Constitución, que le concede la iniciativa de plantear un «referendo consultivo».
2. ¿Por qué se convoca y por qué ahora?
La oposición, a través de la Asamblea Nacional, busca sacar a millones de personas a la calle en los 2.033 centros de votación.
Se celebra a sólo dos semanas de la elección de los 545 miembros de la Asamblea Constituyente que promueve el gobierno y que, según la encuesta de Datanálisis, es rechazada por siete de cada diez venezolanos. El gobierno niega esas cifras y afirma que la votación del 30 de julio tendrá un respaldo masivo.
La consulta de este domingo busca, con números en la mano, mostrar el rechazo a Maduro, a su gobierno y al papel que están teniendo las fuerzas armadas, acusadas de represión a los manifestantes.
Es también una iniciativa diferente a las diversas formas de protesta en la calles que han dejado ya más de 90 muertos.
Pero además es la primera expresión de opinión popular en el país desde las elecciones legislativas de 2015, ganadas ampliamente por la oposición.
A partir de ahí, se promovió un referendo revocatorio contra Maduro que fue suspendido por el CNE tras unas sentencias de varios tribunales penales contra la frase previa de recolección de firmas. Las elecciones regionales, que deberían haberse realizado a final del año pasado, fueron pospuestas hasta diciembre.
«Vamos a sacarnos la espina del revocatorio que nos robaron», arengó Henrique Capriles, uno de los principales líderes de la oposición.
3. ¿Cuáles son las preguntas?
La oposición plantea tres preguntas.
- ¿Rechaza y desconoce la realización de una Constituyente propuesta sin la aprobación previa del pueblo de Venezuela?
- ¿Demanda a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana obedecer y defender la Constitución del año 1999 y respaldar las decisiones de la Asamblea Nacional?
- ¿Aprueba la renovación de los poderes públicos así como la realización de elecciones libres y la conformación de un gobierno de unión nacional?
La MUD promueve el «Sí» en las tres preguntas y hace un llamado al llamado chavismo crítico o disidente a que participe y se sume.
Oposición y chavismo crítico se han encontrado en la defensa de la Constitución de 1999 que promovió Hugo Chávez.
4. ¿Qué dice el gobierno?
Como era de esperar, no está satisfecho. Miembros del oficialismo dijeron esta semana que pedirían al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) un recurso de nulidad por considerar el plebiscito «inconstitucional, ilegal y sedicioso», pero se desconoce si finalmente se presentó.
«Para uno convocar consultas públicas de carácter nacional, tipo referendo, amerita cumplir una serie de requisitos (…) Y nadie puede pretender convocar consultas públicas que tengan carácter vinculante, violando la Constitución a lo loco», denunció el presidente Nicolás Maduro.
Tibisay Lucena, rectora del CNE, al que la oposición acusa de actuar al dictado del Ejecutivo, afirmó este miércoles que la consulta es un «acto de agitación política» y la comparó con las «barricadas» con las que los manifestantes cierran calles en señal de protesta.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de Prensa (SNTP) denunció que Conatel, el órgano regulador de las telecomunicaciones, ordenó a medios de comunicación no llamarlo «consulta popular».
5. ¿Es vinculante?
La oposición, que defiende la legalidad de la consulta, dice que sí es vinculante, pese a no tener el apoyo de poder electoral y a las dudas de cómo hacer valer los resultados.
Se escuda desde hace semanas en el artículo 350 de la Constitución, que da el derecho a «desconocer» los poderes. La consulta es definida como un «acto de rebeldía y de desobediencia civil».
Para darle entidad habrá cinco garantes -rectores de universidades del país- y cinco expresidentes, entre los que están el mexicano Vicente Fox y el colombiano Andrés Pastrana, oficiarán como observadores.
Para el analista Luis Vicente León, la consulta es «un juego político simbólico» que busca motivar a una población quizás algo cansada de las protestas en las calles, que suelen concluir en enfrentamientos entre la policía y algunos manifestantes.
Uno de los problemas de la consulta es que no habrá manera de evitar que alguien vote dos o más veces, por eso los dirigentes hacen un llamamiento a la «honestidad de la gente».
La consulta cuenta con el apoyo de diversos gremios de la sociedad civil como empresarios, sindicatos y la Conferencia Episcopal.
6. ¿Qué pasa al día siguiente?
La oposición dice que lo que vendrá a partir del lunes será la «hora cero», pero no ha dado aún detalles.
«Si somos millones este domingo, se iniciará una escala de mayor presión para que se respete la voluntad del pueblo y se detenga el fraude constituyente», afirmó el líder opositor Henrique Capriles.
El oficialismo teme que la oposición, apoyada en unos datos de participación «manipulados», busque establecer sus propios órganos de gobierno.
«Ellos montan su Estado paralelo, que consiste en nombrar un presidente interino para convocar a unas elecciones desconociendo el procedimiento contenido en la Constitución», alertó el diputado oficialista Pedro Carreño, candidato a la Constituyente.
«Y esas elecciones van a ser supervisadas por la Organización de Estados Americanos (OEA), observadores internacionales y por el Tribunal Supremo de Justicia designado por ellos», añadió, adelantando lo que cree que pasará después de la votación de este domingo.
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