05/07/2016/Mejor con salud/AJV
La única manera de identificarlas con precisión es a través de exámenes médicos de sangre y orina. Sin embargo, hay algunas señales físicas que también podrían ayudar a sospechar del desarrollo de alguna anomalía. A continuación queremos compartir en detalle las 7 más comunes para que no dudes en consultar al médico en caso de padecerlas.
Los riñones son los órganos que están ubicados en la parte posterior del abdomen, paralelos a la columna vertebral.
Su buen funcionamiento desempeña un papel muy importante en la salud de los seres humanos, pues son los responsables de mantener bajo control los niveles de electrolitos, la presión arterial o los líquidos, entre otros.
Tal y como ocurre con los demás sistemas del cuerpo, estos están en un continuo riesgo de contraer infecciones y varios tipos de enfermedades.
Si bien no son tan comunes, su problema radica en que no presentan síntomas en las etapas iniciales y suelen ser muy difíciles de diagnosticar.
1. Cansancio excesivo
La fatiga crónica es el resultado de la dificultad que tiene la sangre para transportar el oxígeno hacia las células del cuerpo cuando desarrolla un problema renal.
Los riñones tienen mucho que ver en la producción de glóbulos rojos y su deterioro impide que estos se produzcan en las cantidades adecuadas.
2. Picor en la piel
A través de la función renal una gran parte de las toxinas de la sangre son expulsadas del cuerpo mediante la orina.
Debido al mal funcionamiento de estos, los desechos se quedan retenidos en los tejidos y es habitual sentir picor u hormigueo bajo la piel.
3. Edemas
La retención de líquidos o edemas es uno de los síntomas más contundentes de las enfermedades en los riñones.
Aunque en su aparición influyen muchos factores, la insuficiencia renal es una de las causas principales.
Estos órganos controlan los niveles de agua y sodio en el organismo, por lo que un mal funcionamiento impide que se equilibren de forma adecuada.
Este síntoma también puede surgir cuando hay grandes pérdidas de proteínas mediante la orina, una condición llamada síndrome nefrótico.
La inflamación se suele concentrar en los pies y los tobillos, aunque en ocasiones se produce en los brazos, el rostro y otras partes del cuerpo.
4. Anemia
Los cuadros de anemia en los pacientes son un indicativo de que la enfermedad en los riñones ya está avanzando en su nivel de gravedad.
Estos órganos son los que se encargan de producir una hormona llamada eritropoyetina, que es la encargada de estimular la médula ósea para producir los glóbulos.
Debido a que su función se ve comprometida en una etapa grave de la insuficiencia renal, sus niveles disminuyen en forma notable y se producen cuadros crónicos de anemia.
5. Dolor en la espalda
Los dolores en la zona lumbar o en los costados del cuerpo pueden estar señalando una posible enfermedad renal, en especial en los pacientes ancianos.
Si bien no es un síntoma muy habitual, puede producirse ante la presencia de piedras en los riñones o en las vías urinarias.
En estos casos la dolencia suele ser intensa y tiende a estar acompañada de otros síntomas, como las dificultades para orinar o la sensación de ardor.
Es importante distinguir esta dolencia de la que producen los músculos, sobre todo porque puede ser clave para la detección oportuna de una condición grave.
6. Cambios en la orina
Saber distinguir la orina de unos riñones saludables es determinante para poder encontrar señales de alerta de dificultades renales.
Cuando estos órganos desarrollan algún tipo de falla se producen problemas como:
Más deseos de orinar en medio de la noche.
Una orina con aspecto espumoso o burbujeante.
Una orina con olor fétido y color oscuro.
Más cantidad de orina, con un color demasiado pálido.
Dificultades para orinar más de cuatro veces al día.
Incontinencia urinaria.
Presencia de sangre en la orina.
7. Mal aliento
El aliento a amoniaco y el sabor metálico en la boca pueden producirse debido a la acumulación de toxinas en la sangre a causa de la insuficiencia renal.
Este incómodo síntoma es difícil de controlar, incluso aunque se tengan correctos hábitos de higiene bucal.
A pesar de que todos los síntomas mencionados pueden generarse por múltiples causas, no está de más considerar que su origen sea un problema renal.
Consulta al médico en caso de sospecha y solicita los respectivos exámenes para verificar que todo esté bien.
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