01/12/2016/El Confidencial
Cristiano Ronaldo ha utilizado durante años una empresa de Irlanda, Multisports & Image Management (MIM) Limited, para explotar sus derechos de imagen y canalizar los ingresos millonarios que obtiene con ellos. El delantero del Real Madrid empleó la mercantil para pactar las condiciones y firmar los contratos con todas las grandes marcas que le han elegido para promocionar sus productos, según consta en documentos revelados por Football Leaks a los que ha tenido acceso El Confidencial. Entre esos acuerdos, se encuentran los que han llevado a Ronaldo a participar en campañas de Nike, Unilever, Kentucky Fried Chicken (KFC), Konami y Toyota Thailandia, entre otras multinacionales.
MIM Limited fue constituida en 2004 y tiene su sede en un edificio de oficinas del centro de Dublín. Al frente de la sociedad figura Andy Quinn, un abogado de Irlanda nacido en 1967 sin ninguna relación aparente con la estrella portuguesa. Sin embargo, acuerdos confidenciales de MIM Limited rubricados por Quinn en 2012 confirman que la empresa está “autorizada para explotar y conceder derechos sobre la imagen, nombre, palabras (habladas o escritas), firma, información biográfica, fotografías y vídeos (…) que identifiquen al futbolista profesional Cristiano Ronaldo Dos Santos Aveiro”, el nombre completo del goleador madridista.
El nombre de esa empresa no solo aparece en documentos secretos. Cristiano lanzó en septiembre de 2015 su propia marca de fragancias y cosméticos para hombres. En la página web oficial que comercializa su línea de productos, se admite en el apartado de términos legales que Cristiano Ronaldo y Cristiano Ronaldo Legacy son marcas comerciales registradas propiedad de MIM Limited que han sido cedidas a la compañía Eden Perfumes Limited para fabricarlos.
La abundante información que desveló Football Leaks en 2015 incluye dos contratos de MIM Limited con corporaciones para las que el jugador realizó actos publicitarios y promocionales en 2013 y 2014. En concreto, se trata de los acuerdos con la firma estadounidense de alta joyería Jacob & Co. y la compañía saudí de telefonía móvil Mobily, filial de Etihad Etisalat Company. Además, el diario portugués ‘Correo da Manhá’ publicó en mayo de 2015 que Banco Espírito Santo (BES) había contratado al delantero del Real Madrid para diferentes campañas publicitarias a través igualmente de MIM Limited.
Lo que se desconocía hasta ahora es que la estrella de la selección lusa también usó esa mercantil domiciliada en Dublín para firmar todos los acuerdos con las principales firmas a las que presta su imagen. Así, según los propios contratos de Football Leaks, Cristiano recurrió a MIM Limited para pactar las condiciones y remuneración por anunciar y vestir productos de Nike, el champú Clear del gigante británico-neerlandés Unilever, el videojuego ‘Pro Evolution Soccer’, del desarrollador japonés Konami, un coche comercializado por Toyota en Tailandia y la cadena estadounidense de comida rápida Kentucky Fried Chicken (KFC), además de los ya desvelados acuerdos con Banco Espirito Santo, Jacob & Co. y Mobily.
Las ventajas fiscales de utilizar una empresa domiciliada en Irlanda para facturar derechos de imagen son evidentes. Se trata del país del euro con el Impuesto de Sociedades más bajo, apenas un 12,5%, la mitad que en España. La Agencia Tributaria suele cuestionar que los derechos de imagen se cobren a través de un país distinto al de residencia pero, también, que se facturen a través de una sociedad mercantil. A su juicio, se trata de rendimientos que deben ser computados en el IRPF. Es decir, que si la Agencia Tributaria estuviera en lo cierto, por el volumen de los contratos y teniendo en cuenta que el delantero de Madeira reside en la Comunidad de Madrid, tendría que haber abonado en impuestos el 43,5% de lo que ingresó por la cesión de su imagen, 31 puntos más de lo que se tributa en Irlanda.
Oficialmente, Irlanda no es un paraíso fiscal aunque, según expertos consultados, en la práctica pertenece a esa categoría por su ínfimo Impuesto de Sociedades. Pero no es necesario que se recurra a un paraíso fiscal para que este tipo de estructuras sean investigadas por Hacienda. La Abogacía del Estado, que representa a la Agencia Tributaria, pide que el jugador camerunés Samuel Eto’o (Real Madrid, Real Mallorca y FC Barcelona) sea condenado a 10 años de cárcel y una sanción de 68,86 millones (entre la cuota defraudada y la multa) por simular una cesión de sus derechos de imagen entre 2006 y 2009 a la sociedad Tradesport and Marketing Kft, radicada en Hungría, un territorio que tampoco es oficialmente un paraíso fiscal. «Las rentas imputadas a la sociedad húngara tributan a un tipo impositivo especialmente bajo, situándose entre un 10% y un 19%, pudiendo llegar incluso a un 3% para determinadas sociedades participadas por no residentes que no desarrollen actividades económicas en el país», concluye la Abogacía del Estado en su escrito. La mayoría de esos ingresos cuya tributación cuestiona Hacienda procedían de la marca deportiva Puma.
El delantero africano residía en España en ese periodo, al igual que Cristiano Ronaldo durante los años en que estuvieron en vigor los acuerdos publicitarios firmados por MIM Limited. Al menos en el contrato con la filial móvil de Etihad Etisalat Company, una cláusula establece incluso que la relación laboral “se rige y ejecuta de acuerdo con las leyes españolas”. “Las partes se comprometen a estar obligados y sujetos a la jurisdicción de los tribunales de la ciudad de Madrid, España, a los efectos de cualquier litigio entre las partes sobre la interpretación o ejecución de este acuerdo o de cualquier otro fallo arbitral”, recoge el documento al que ha tenido acceso este diario.
Fuentes del sector explican que si Ronaldo ha declarado en España ser dueño de las acciones de la firma irlandesa, lo habitual es que Hacienda lo persiga únicamente por la vía administrativa y, de prosperar la reclamación de la Agencia Tributaria, el expediente se cerraría con la devolución de las cuotas cuestionadas y una sanción económica. Pero, en el caso de que ni siquiera haya declarado su relación con la compañía, el procedimiento contra el jugador blanco por un hipotético fraude fiscal podría ir por la vía penal, si la cuota defraudada superase el mínimo de 120.000 euros al año necesario para imputar un delito contra la Hacienda Pública.
Un portavoz oficial de Cristiano ha asegurado a El Confidencial que el jugador «se encuentra al corriente de todas sus obligaciones fiscales desde el inicio de su carrera, como podrá certificar la Agencia Tributaria en España, y cualquiera de los países en los que ha residido». Las mismas fuentes subrayan que Ronaldo «no está ni ha estado jamás implicadoen ningún problema con la autoridades fiscales de país alguno» y que «todos sus derechos han sido gestionados de acuerdo a la legislación vigente».
En el caso de Mobily, la compañía se comprometió a remunerar al jugador con 1.100.000 euros. El documento también fijaba otros detalles. Los términos del acuerdo estarían en vigor durante un ejercicio. Durante ese año, Ronaldo debía estar disponible para rodar un anuncio durante una sesión que no podría superar cuatro horas y media de duración y que se grabaría preferiblemente en Madrid entre febrero y marzo de 2014. Sin exceder ese tiempo, la estrella del equipo blanco debía mantener un encuentro con directivos de Mobily y, además, ceder a la compañía saudí cinco camisetas de la selección portuguesa con su dorsal y su firma. Asimismo, el jugador tenía que hacer dos menciones a la compañía en sus perfiles de Twitter y Facebook. En todo momento, Ronaldo solo podía aparecer en las imágenes comerciales de Mobily con un balón de la marca Nike. La ropa, los zapatos o cualquier otro complemento que vistiera debían ser previamente autorizados por MIM Limited y en ningún caso podía llevar prendas deportivas distintas a las de Nike.
Todos esos acuerdos terminaron cumpliéndose, como es fácil comprobar. Las cuentas de Cristiano en las redes sociales están repletas de menciones a esas marcas. El 9 de marzo de 2014, dentro del periodo que estipulaba el contrato, un directivo de Mobily entregó al jugador un regalo simbólico en el Santiago Bernabéu por su supuesta atención especial a la cultura árabe y oriental. Por su parte, en los primeros meses de 2013, Ronaldo se sometió a una sesión fotográfica con relojes de Jacob & Co., como recogen numerosos vídeos de YouTube. También participó en otros actos promocionales de la firma de relojería. Asimismo, en el verano de 2012, Cristiano y su entonces novia, Irina Shayk, se desplazaron a Tailandia por los compromisos publicitarios del jugador con el fabricante de automóviles Toyota. El delantero aparece en varios ‘spots’ del modelo Hilux Vigo Champ. Fue en 2013 cuando se convirtió en imagen de la cadena de comida KFC. Y, en cuanto a Nike, su relación publicitaria se remonta a 2003 y la marca deportiva acaba de hacerle un contrato vitalicio.
En junio de 2015, Cristiano anunció que había vendido el 50% de sus derechos de imagen al magnate de Singapur Peter Lim, propietario del Valencia CF. Aseguró que era un “movimiento estratégico” para tratar de crecer, sobre todo en el mercado asiático. En concreto, la nueva empresa propietaria es Mint Media. El otro 50% está en manos del Real Madrid.
La gestión de derechos de imagen a través de sociedades en terceros países se ha convertido en una práctica recurrente en el mundo del fútbol. Y también muy perseguida por Hacienda, a tenor de las últimas sentencias e investigaciones fiscales. El caso más sonado hasta la fecha ha sido el de Leo Messi. El jugador argentino del Barcelona y su padre, Jorge Horacio Messi, fueron condenados en julio a 21 meses de cárcel cada uno por fraude fiscal, al no haber tributado en España por los ingresos recibidos por sus derechos de imagen entre 2007 y 2009. Según señala la sentencia de la Audiencia de Barcelona, los derechos de imagen de Messi fueron cedidos a una compleja estructura societaria con ramificaciones en Belice, Reino Unido, Uruguay y Suiza. El fallo corrobora que tanto el jugador como su padre eran los titulares reales de estas compañías extranjeras.
Tres meses antes de la sentencia de la Audiencia de Barcelona, los papeles de Panamá revelaron una nueva sociedad ‘offshore’ vinculada al astro argentino. Messi y su padre aparecían como beneficiarios de la compañía panameña Mega Star Enterprises Inc., de acuerdo a los documentos internos del despacho Mossack Fonseca publicados en exclusiva en España por El Confidencial y La Sexta. La familia Messi inició en septiembre los trámites para la disolución de esta sociedad.
Javier Mascherano, compatriota y compañero de Messi en el Barcelona, aceptó una condena de un año de prisión por defraudar 1,5 millones de euros a la Agencia Tributaria tras simular haber cedido sus derechos de imagen a una sociedad radicada en Madeira. Su excompañero en el Liverpool y exfutbolista del Real Madrid Xabi Alonso tiene una causa abierta en los tribunales por el mismo motivo tras haber utilizado otra compañía de Madeira. Alonso pidió hace un mes el archivo del caso.
El último futbolista de La Liga que se ha visto envuelto en un caso similar es el exjugador del FC Barcelona Adriano. Ha sido denunciado por la Fiscalía de Delitos Económicos por haber utilizado una estructura societaria radicada en Madeira para evadir de la tributación española 646.085 euros por sus derechos de imagen.
Aparte de los casos de futbolistas como Iván Zamorano, Gabriel Heinze, Leonardo Ulloa o exjugadores de la Real Sociedad, los papeles de Panamá muestran cómo el reciente campeón del mundo de Fórmula 1 Nico Rosberg o el expiloto de motociclismo Àlex Crivillé usaron compañías en paraísos fiscales para gestionar sus derechos. “Es un entramado legal, pero sí, podemos hablar de ingeniería fiscal”, admitió el asesor de Crivillé. Sin embargo, las últimas sentencias e investigaciones fiscales ponen esta supuesta legalidad admitida durante los últimos años en entredicho.
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