23/01/2017/AFP
Un periodista español, corresponsal de la cadena alemana Deutsche Welle (DW), denunció haber sido deportado de Venezuela, adonde viajó para cubrir las manifestaciones a favor y en contra del Gobierno de Nicolás Maduro previstas para este lunes.
«Una tristeza inmensa por no poder estar donde debería, en Venezuela haciendo mi trabajo», escribió Aitor Sáez en la red social Twitter tras llegar a Bogotá, enviado por las autoridades venezolanas.
Según su relato, funcionarios del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) lo declararon «inadmisible» al aterrizar en el aeropuerto internacional de Maiquetía, a pesar de haber visitado anteriormente el país en cinco ocasiones en el lapso de un año.
La denuncia de Sáez fue confirmada por el mayor sindicato de periodistas de Venezuela, que calificó la medida como una amenaza a la libertad de prensa.
«El Gobierno insiste en silenciar a la prensa y aislar al país (…) Con el eufemismo de ‘inadmitido’, deporta a Aitor Sáez», señaló el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP). El año pasado se registraron varios incidentes similares con reporteros extranjeros en Venezuela.
Periodistas del diario francés Le Monde, la cadena árabe Al Yazira, la radio pública estadounidense NPR, el diario Miami Herald, la radio y televisión colombiana Caracol, la cadena Televisa y la agencia AP fueron considerados como «no admisibles».
La mayoría de los casos se produjeron en la víspera de una manifestación contra Maduro que, según la oposición, congregó a un millón de personas el pasado 1 de septiembre en Caracas.
Un día después de esa movilización, la ministra de Exteriores venezolana, Delcy Rodríguez, declaró que los corresponsales extranjeros no podían entrar al país caribeño como «cowboys», sin «respetar las normas migratorias».
«No vengan con historias de libertad de expresión. Libertad de expresión no supone violentar las leyes de un país», dijo entonces Rodríguez.
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