24/01/2017/El Mundo
El cuidado medioambiental nunca ha sido una debilidad en la figura de Donald Trump. Aunque si lo es ese deseado muro que quiere levantar con México. Al igual que su afán por los negocios y el dinero. Un arquitecto holandés quiere poner todos esos ingredientes juntos para convencer al presidente estadounidense a construir un muro ecológico pagado «por supuesto» por los mexicanos, y que aproveche la energía del sol para generar millones de dólares a los estadounidenses.
Levantar un muro de 1.600 kilómetros en una frontera de 3.200 kilómetros con México para impedir la entrada de inmigrantes a Estados Unidos es la promesa estrella de Trump. Y que serán los mexicanos quien pague los costes, es la otra. Un plan polémico que, según el holandés Jurgen van der Ploeg, de arquitectos FARO, puede tener un lado positivo. Propone construir un Trump Power Wall (el muro energético de Trump), compuesto por placas solares.
La idea se le ocurrió una semana después de la elección de Trump. «Podíamos hacer dos cosas: o quejarnos de ese muro, o pensar en cómo sacar provecho de él, ya que irremediablemente Trump se nos venía encima…», dice el arquitecto al diario NOS. Su idea es crear un muro multifuncional. «Un muro no tiene que consistir necesariamente de alambres y cemento, también pueden usarse paneles solares. Es una buena idea, especialmente en ese lugar donde abunda el sol mexicano», añade.
Es consciente de que el medio ambiente es lo de menos para Trump. Lo ha dejado muy claro durante su campaña electoral, así que hay que buscarse otro argumento. «Hay que dirigirse a él como el hombre de negocios que realmente es», dice Jurgen. «Dile que Estados Unidos tendrá que poner los paneles solares, lo cual es bueno para los empleos estadounidenses, y dejarle claro que los mexicanos pagaran por el muro porque darán dinero a EEUU a cambio de la energía solar que vayan a consumir», explica.
Según los cálculos de Jurgens, basados, por ejemplo, en el precio de la electricidad en México y en el precio de los paneles solares, Estados Unidos ingresaría entre 600 y 1.000 millones de dólares cada año. Los costes de la construcción del muro, unos 10.000 millones de dólares, se recuperaría en un máximo de 15 años.
«Y además México tendrá acceso a la energía verde y se acercaría más a los objetivos climáticos», dice Jurgen. Asegura que no ha patentado su idea y que no le importaría que alguien más lleva este plan a cabo. «Lo importante es hacer un mundo más verde», afirma. Él ya le ha enviado un mensaje vía Twitter al presidente estadounidense con el borrador del proyecto, con la esperanza de que pronto llegue a oídos de la delegación encargada del asunto.
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