23/03/2017/EL PAÍS
Las empresas de servicios tecnológicos nacen sin fronteras. Al menos, están mucho más diluidas que las que venden artículos físicos. Con un buen producto, precios competitivos y la habilidad para dejarse ver en el mercado internacional, pequeñas compañías de América Latina están exportando conocimiento a todos los rincones del mundo. Algunas de ellas estuvieron la semana pasada en Outsource2LAC, el encuentro anual organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que conecta a las compañías del sector en la región. Estos son algunos ejemplos de servicios hechos en Latinoamérica para el mundo.
Planos en 3D desde Uruguay
Studio 4D, un estudio arquitectónico con sede en Montevideo, tiene el 99% de sus clientes en Estados Unidos. Los planos en 3D de una buena cantidad de edificios que se venden, por ejemplo, en Nueva York, están hechos en esta pequeña oficina uruguaya. Hilario Canessa, su director ejecutivo, explica que sus costos no tienen cabida en su país, pero son muy competitivos en el vecino del norte en un segmento de calidad media-alta. Su último producto, muy candente en el sector, es la realidad virtual, mediante la cual el usuario simula una visita real al inmueble cuando ni siquiera está construido.
Videojuegos desde Argentina
Los videojuegos para móviles que dan continuidad a las tramas de películas o cómics son un mercado en alza. Okam Studio, una pequeña empresa argentina de 12 personas, los produce para Japón, Alemania o Reino Unido. «Hemos hablado con muchos productores de cine que saben contar una historia en 90 minutos, conocen todo el proceso en su mercado: la distribución, la inversión… pero no tienen ni idea de cómo llevar esto a los videojuegos. Nosotros sí», afirma Martina Santoro, directora ejecutiva y fundadora de la compañía. Han desarrollado productos para el programa de dibujos animados Hora de Aventuras, Mr. Bean o la película Futbolín, que suman cientos de miles de descargas.
Desarrollo digital desde El Salvador
Uno de los clientes más antiguos de la empresa Ideaworks son las embajadas de Estados Unidos en Centroamérica, que le contratan la gestión de sus redes sociales, principalmente. Pero es solo una de sus ramas de negocio. «Trabajamos en toda la transformación digital de las empresas», asegura Rodolfo Salazar, presidente de una compañía que se encarga de llevar a Internet todo lo que una firma pueda tener en formato analógico: marketing, desarrollo de aplicaciones y webs y publicidad. Con un crecimiento vertiginoso en los últimos años, se hicieron populares en Centroamérica por sus cursos de formación y conferencias y de ahí dieron el salto a Estados Unidos.
Publicidad ‘online’ desde Costa Rica
La publicidad online de Supercell, una de las mayores empresas de videojuegos para móviles del mundo, se hace en Costa Rica. Wam Digital es el proveedor de esta y de otras muchas compañías de todo el mundo, a las que le aporta desde el diseño de los banners que aparecen en páginas web y tiendas online, hasta el desarrollo o la propia creatividad. Con siete años de historia y 16 trabajadores se han convertido en una de las referencias en un sector tan específico como creciente.
Inteligencia comercial desde México
Antonio Esrawe, presidente del Grupo Exporta, define así su negocio: «Vivimos de lo que los demás no ven». Se trata de buscar sinergias entre empresas que quizás ni se conocen, ponerlas en contacto y generar nuevas oportunidades de negocio en áreas que probablemente ignoraban. «Nosotros les hacemos ver oportunidades que eran invisibles para ellos. Es inteligencia comercial disruptiva», señala. Trabajan en todo el continente americano y están empezando a hacer negocios en China.
Optimizar los envíos desde Ecuador
El comercio electrónico en América Latina tiene un gran problema, en palabras de Luis Loaiza, fundador de Shippify: «Los envíos tardan días en llegarte, cinco, siete, 10». Su empresa buscó cómo solucionar esto. Y para ello ponen en contacto a quienes tienen vehículos (taxistas, mensajeros, motociclistas), con los que necesitan realizar envíos. Comenzaron con una página tras la que simplemente había un grupo de WhatsApp en el que preguntaban si había algún repartidor disponible. Cuando la idea cogió tracción, crearon el software que automatizó esta tarea. Hoy se están expandiendo por América Latina para, una vez consolidados en las principales ciudades, tratar de dar el salto a Europa.
‘Software’ logístico desde Brasil
Protón Sistemas, una empresa brasileña que hace software para los procesos logísticos de empresas, se dedicaba en exclusiva al mercado nacional hasta que encontró un socio en la plataforma ConnectAmericas, una web impulsada por el BID precisamente para poner en contacto a compañías de Latinoamérica. Su fundador, Adolfino Alves Pereira, cuenta que su primera experiencia internacional fue vender su software (que facilita por ejemplo el control de los productos en un almacén) y formar al personal de una empresa panameña con filial en Costa Rica. «Damos soporte desde Brasil y hemos visto que una pyme como la nuestra, que ni siquiera es líder en Brasil, puede vender sus servicios al extranjero», añade.
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