El Crepuscular

Noticias (Tabloide Edición Digital)

Qué piensan los hombres cuando ellas chillan durante el sexo

05/06/2017/El Confidencial/AM

Pero, ¿qué piensan los hombres entre semejante guirigay sexual? Los corresponsales de la revista ‘Cosmopolitan’, la biblia de la sexualidad de este siglo XXI, se han adentrado en territorio comanche: las mentes de los hombres durante la escandalera.

Todo lo que tienes que hacer es recordar casi cualquier representación del éxtasis femenino en el cine para tener una idea de cómo se supone (o al menos eso nos dice el consenso cultural) que una mujer reacciona durante el sexo. Desde ‘Cuando Harry encontró a Sally’ a los muchos (y seguidos) que aparecen en la película ‘Amélie’, pasando por los de cualquier película porno, las mujeres externalizan sus orgasmos con ensordecedores terremotos de placer.

Sea o no una licencia cinematográfica, lo cierto es que el género femenino suele vocalizar el gozo durante el sexo. Gritos, gemidos, gruñidos y aullidos copan los dormitorios. Pero, ¿qué piensan los hombres entre semejante guirigay sexual? Los corresponsales de la revista ‘Cosmopolitan’, la biblia de la sexualidad de este siglo XXI, se han adentrado en territorio comanche: las mentes de los hombres durante la escandalera.

Al parecer, los hombres no van tan a tiro hecho como se pensaba y sus pensamientos viran de aquí para allá como si se hubiesen propuesto resolver el impostado misterio de la sexualidad femenina. Como seguro que os podéis imaginar, la reacción más común es parecida a esta: “Wow, debo de estar haciendo un gran trabajo. Esto se está volviendo intenso. Soy el rey. Impresionante”. Los decibelios son una buena señal de que algo está yendo bien. “Esto no me lo esperaba. Soy bueno, ¿eh? Venga, concéntrate, tío. Sigue así”.

Sin embargo, en algún momento del toma y daca la cosa se puede empezar a torcer. No en el acto sexual en sí, sino más bien en la mente del hombre que, entre tanto alboroto de gemidos, tiene que pensar muy fuerte para escuchar sus (prescindibles) pensamientos. “¿Qué pasa si nos oyen los vecinos? ¿Estarán impresionados? Seguro que ahora se sabrán mi nombre, jaja. Qué bueno soy. ¿Y si nos escuchan los niños? Me pregunto cuántas conversaciones improvisadas sobre ‘de dónde vienen los bebés’ se tienen por escuchar los gemidos de otros. Debería dejar de pensar estas cosas durante el sexo”. Sí, debería, pero a veces nuestras reflexiones nos jugan una mala pasada en el momento menos oportuno.

¿Estará fingiendo?

«Pero… ¿y si la gente piensa que algo malo está sucediendo? Estamos montando un buen escándalo. Ahora suena como si la estuviese asesinando. Bueno, sigo hasta que llamen a la policía. Después de todo, morir durante el sexo sería la mejor de las muertes. Oh, Dios. Mis oídos. ¿Lo hace a propósito? Espero que esto no me cause tinnitus o algo parecido. Supongo que merece la pena». Por supuesto. Si no, que se lo pregunten a Caroline Cartwright, una mujer inglesa que ha sido arrestada por partida doble por ser demasiado ruidosa en la cama.

“¿Estará fingiendo? Esto ya se parece a una obra de teatro. Tengo que preguntárselo, pero ¿cómo? A mí me está gustando. ¿Por qué arruinar algo tan bueno?” Y, de repente, se hace el silencio, una sensación parecida al reposo de cuando terminan de explotar los petardos de la Mascletá.

Pues bien, una investigación realizada por la Universidad de Central Lancashire en colaboración con la de Leeds, y publicada en ‘Archives of Sexual Behavior’, tiene la respuesta a por qué hay mujeres que son atronadoras en la cama. La respuesta quizá no guste a los hombres. Según el estudio, un 66% de las mujeres heterosexuales consultadas aseguró que gime durante el sexo para ayudar a sus parejas a alcanzar el clímax (ouch) y un 87% lo hacen para mejorar su autoestima. Nos bombardean con imágenes del cine y las series que nos dicen que el gemido está asociado con el orgasmo y el placer sexual, pero estas mujeres también señalaron que hacían ruido para aliviar el aburrimiento, la fatiga o el dolor.

[staff_social]

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *