10/05/2025/Victor Gómez, El Crepuscular/eluniversal/cibercuba/yahoo
La administración del expresidente Donald Trump ha anunciado un nuevo programa migratorio que endurece las sanciones contra inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, incluyendo la confiscación de bienes y salarios, así como expulsiones inmediatas.
Bajo el nombre «Proyecto Regreso a Casa», la política busca incentivar la autodeportación mediante sanciones económicas, embargos de propiedades y la pérdida de vehículos y cuentas bancarias de quienes permanezcan en el país sin estatus legal. Además, el plan contempla una bonificación de salida de hasta 1,000 dólares para aquellos que abandonen voluntariamente EE.UU.
Para garantizar el cumplimiento de esta iniciativa, el gobierno ha anunciado el refuerzo de 20,000 agentes que intensificarán las redadas en barrios, lugares de trabajo y zonas fronterizas. Según declaraciones de Trump, la medida busca «proteger los intereses nacionales y restaurar el control migratorio», argumentando que la presencia de inmigrantes indocumentados afecta la economía y los servicios públicos.
Organizaciones de derechos humanos han reaccionado con preocupación, calificando la estrategia como un mecanismo de presión extrema contra comunidades vulnerables. Mientras tanto, la oposición política y grupos defensores de inmigrantes han exigido respuestas y garantías legales para los afectados.
El impacto de esta política podría marcar un punto de inflexión en el debate migratorio de EE.UU. y generar repercusiones a nivel internacional.
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