08/07/2025/Victor Gomez, El Crepuscular/La Tercera/BBC News Mundo/LA NACION/El Independiente
El estado de Texas vive una de sus peores catástrofes naturales en décadas tras las inundaciones súbitas que azotaron diversas localidades el pasado 4 de julio, dejando más de 100 fallecidos. Una de las zonas más afectadas fue el Campamento Mystic, un tradicional albergue cristiano para niñas, ubicado a orillas del río Guadalupe.
Un desastre anunciado por la crecida repentina
Durante la madrugada, intensas lluvias elevaron el nivel del río más de ocho metros en menos de una hora, arrasando infraestructuras a lo largo de su cauce. El campamento, que alojaba a más de 750 menores durante el fin de semana festivo, quedó sumergido casi por completo en cuestión de minutos.
Víctimas y desaparecidos
Las autoridades han confirmado la muerte de 27 niñas y guías del campamento, incluidos su director, Dick Eastland, quien falleció mientras intentaba salvar a las menores. Once personas continúan desaparecidas, y los equipos de rescate han desplegado helicópteros, drones y brigadas terrestres en zonas de difícil acceso.
Ecos de una comunidad conmocionada
Testimonios de sobrevivientes, como el de Elinor Lester y Stella Thompson, ambas de 13 años, relatan momentos de angustia, oscuridad y coraje mientras nadaban entre escombros para escapar de las cabañas inundadas. El campamento emitió un comunicado donde se declara «destrozado» y pide respeto por el duelo de las familias.
Reacción institucional
El gobernador de Texas declaró estado de emergencia en 14 condados. Desde Washington, el presidente de Estados Unidos ofreció el apoyo completo del gobierno federal, mientras que el papa León XIV dedicó oraciones especiales a las víctimas desde Roma. Diversas organizaciones civiles se han movilizado para brindar asistencia psicológica, logística y espiritual a los afectados.
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