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Libia pierde su petróleo por culpa de un «Ejército privado»

27/01/2016/Un tanque de petróleo atacado por los yihadistas en Ras Lanuf, Libia. / Reuters

El grupo armado Petroleum Facilities Guard está acusado de ser el mayor obstáculo para la industria petrolera en Libia.

Petroleum Facilities Guard (PFG), una fuerza armada creada para proteger la infraestructura energética de Libia que cuenta con alrededor de 27.000 hombres, ha sido acusada de extraer los suministros y, después, abandonar las instalaciones petroleras ante el avance del Estado Islámico. Se calcula que sus acciones han generado pérdidas superiores a los 60.000 millones de dólares para este país, cuya «única fuente efectiva de ingresos» es el petróleo, informa ‘The Independent’.

Mustafá Sanalla, presidente de la Empresa Nacional de Petróleo (NOC, por sus siglas en inglés) libia con sede en Trípoli, asegura que son «un organismo autónomo que sirve a Libia» en vez de a cualquiera de las dos facciones de poder mientras que el PFG, que también debería funcionar así, solo se centra en «hacer dinero» y se ha convertido en el «mayor obstáculo para formar un gobierno único».

«Las actividades del PFG han afectado de manera negativa al 70 % de la producción de petróleo»

«El PFG trató de vender el petróleo por su cuenta y fracasó a la hora de proteger los lugares que debían». Como consecuencia de ello, «estimamos que las actividades del PFG han afectado de manera negativa al 70 % de la producción de petróleo», explicó Sanalla, quien indicó que se trata del «Ejército privado» de su líder, Ibrahim Al Jadran, un antiguo integrante del Grupo Combatiente Islamista Libio que luchó contra el régimen de Muammar Gaddafi, se ha pronunciado en contra del Gobierno de Trípoli y ha manifestado su oposición al EI.

Como ejemplo de las dificultades que afronta la empresa petrolera nacional a causa del PFG, Sanalla recordó un incidente, en el que la NOC envió un buque petrolero para drenar los almacenes del puerto de Ras Lanuf, una medida preventiva contra los ataques de EI. Sin embargo, el PFG les denegó el permiso y los yihadistas terminaron atacando e incendiando el crudo.

«Podríamos haber salvado el petróleo, pero el PFG saboteó la operación. Luego, como en otras instalaciones que fueron saqueadas, no resistieron el ataque y el EI culminó con éxito su ofensiva. La infraestructura ha quedado seriamente dañada», indicó Sanalla.

Como resultado de la guerra civil en Libia, se formaron dos Gobiernos: el apoyado y reconocido por la comunidad internacional, que se encuentra en Tubruk; y el Gobierno islamista, con sede en Trípoli. La lucha de poder entre estas facciones rivales prácticamente ha colapsado la industria energética del país.

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