30/01/2016/Cocina y Vino/PS
Es un que nace de las cenizas, un vino que tiene esencia a romance, un vino que renace como el pájaro Fénix, o simplemente un vino volcánico, como muchos grandes autores lo llaman.
Este crece por la riqueza del calcio, hierro, magnesio, así como la mineralidad que la tierra le aporta a la . A medida que va aumentando la tierra de lava, esta le produce a la uva la riqueza de crecer por la retención constante de que se produce en el fondo, haciendo que no afecte el clima para su fermentación.
Los volcánicos han aumentado su popularidad desde hace mucho tiempo, sin embargo fue a partir del año 2009 que Giovanni Ponchia, representante de la Asamblea Vulcania comenzó a buscar a todos los vitivinicultores volcánicos para comenzar a discutir su historia y el futuro del gran vino. Se le llamó Proyecto Vulcano gracias al Dios romano “Vulcano” quien era el Dios de Fuego. Ente los vinos que forman parte de este proyecto tenemos; los vinos de Sicilia (Monte Etna) , cerca de Nápoles (Monte Vesubio), Israel (Altos del Golán) , Cabo Verde (Fogo) , Isla Grande de Hawái (Kilauea) y Madeira .
Este vino proveniente de suelos negros, ha sido el comienzo a una nueva pasión para los amantes de este gran disfrute antiguo. Los vinos blancos, son más intensos en sabor y aroma. Los vinos tintos, son particularmente más elegantes, y menos tánicos que la mayoría de los vinos encontrados en el mercado y esto se debe a la cantidad de minerales que recibe del suelo. Sea tinto o blanco, el vino volcánico es tan aromático, como brillante y fresco.
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