24/02/2016/Foto ilustrativa / Toru Hanai / Reuters
El proyecto destinado a remplazar a los F-2 en la Fuerza Aérea nipona le ha costado ya a Tokio 350 millones de dólares.
Japón ha llevado a cabo una prueba terrestre de su primer avión de caza de fabricación nacional dotado de tecnologías furtivas, según informa la agencia Kyodo.
«Hemos asegurado que todo vaya según lo planeado. Acariciamos grandes esperanzas de desarrollar un caza nacional y toda una industria de la aviación en el futuro», comentó el ministro de Defensa, Gen Nakatani, que presenció las pruebas.
Durante la prueba terrestre el avión recorrió una distancia de 500 metros a una velocidad de 100 kilómetros por hora. Se espera que concrete su primer vuelo el próximo mes de marzo.
El programa para diseñar un caza sigiloso fue lanzado en Japón en 2009. El proyecto ha costado 40.000 millones de yenes (350 millones de dólares) y ha involucrado a unas 200 empresas, encabezadas por Mitsubishi Heavy Industries Ltd.
El prototipo fue dado a conocer en enero pasado. El avión mide 14,2 metros de largo, 9,1 metros de ancho y 4,5 metros de altura y su primer vuelo está programado desde el aeropuerto de Nagoya, que se encuentra junto a la fábrica de Mitsubishi, a la base aérea de la Fuerza Aérea de Japón de Gifu, en la vecina prefectura de Kakamigahara.
Según los planes del Ministerio de Defensa de Japón, estas aeronaves reemplazarán a unos 100 cazas F-2 fabricados por Mitsubishi Heavy Industries y Lockheed Martin para la Fuerza Aérea de Autodefensa nipona.
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