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¿Podría esta pequeña criatura guardar el secreto de la inmortalidad?

25/12/2015/wikipedia.org

Biólogos aseguran que la hidra, un minúsculo animal acuático, podría ser innmortal y ayudar a la ciencia a encontrar el secreto de la eterna juventud.

La hidra era en la mitología griega un despiadado monstruo acuático del inframundo que podía regenerar sus múltiples cabezas cada vez que le amputaban una.

No mucho más allá de este concepto que desafía a la ciencia, un estudio científico publicado por la revista científica ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’ asegura haber descubierto una especie de pequeños organismos acuáticos, llamados en honor del monstruo mitológico griego, que tienen la misma capacidad inmortal de regeneración.

En una entrevista publicada en la web de la universidad californiana de Pomona, Estados Unidos, el profesor de biología Daniel Martínez aseguró que cree que «este hallazgo rompe con el viejo pensamiento que asumía que todos los animales debían morir con la edad». Martínez y un equipo de investigadores publicaron en 1998 un estudio con la expectativa de demostrar que la hidra no podía escapar del proceso de envejecimiento, aunque no lograron su objetivo. «La experiencia de esta investigación demostró que me equivoqué dos veces», agregó el biólogo.

Las hidras son pequeños depredadores invertebrados con forma de tubo, compuestos principalmente de células madre, que habitan en aguas dulces y miden apenas unos poco milímetros.

Según Martínez, la mayoría de las células que componen las hidras, las células madre, son capaces de dividirse y convertirse en cualquier tipo de célula del cuerpo. «Los seres humanos solo tenemos esta clase de células durante los primeros días de nuestra gestación embrionaria, mientras que las hidras las generan constantemente», añadió.

«En estado de libertad, las hidras mueren a causa de enfermedades, contaminación y de otros depredadores, pero si se les permite vivir siempre bajo circunstancias correctas pueden llegar a vivir para siempre», asegura Daniel Martínez, que concluyó con la esperanza de que este trabajo anime a otros científicos y arroje una nueva luz sobre el estudio de los misterios del envejecimiento.

 

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