30/08/2016/Blum/SG/NP / SG
Al preguntarnos cómo está el panorama en la región, debemos comenzar por lo ‘macro’. Desempolvando datos y pronósticos me encuentro con esta premisa, formulada el año pasado, por Zenith Optimedia: “La tv tradicional es aún la forma mayoritaria de consumo de medios, pero el consumo de Internet está ganando terreno”.
Haciendo zoom en 2016: Nielsen indicó, en marzo de este año, que el 26% de sus encuestados pagan servicios de streaming por suscripción tales como Hulu, Netflix o Amazon; y el 74% restante que tiene afiliación a la televisión por cable.
El panorama es similar en América Latina: la quinta parte de los encuestados (21%) indica que están suscritos a un servicio de televisión por streaming. A continuación, les presento algunas ideas valiosas para bosquejar cómo va la batalla entre la tv lineal y el streaming:
Globalmente, el 68% de los encuestados señala que no tiene intención de cancelar su servicio por cable para reemplazarlo por streaming.
El reporte concluye que 24% de los usuarios no está dispuesto a abandonar la televisión tradicional o por cable.
Estos datos pueden confirmar que la televisión lineal todavía está muy arraigada en los hogares, y aún sigue cumpliendo con los propósitos de entretener e informar, pese a que los grupos poblacionales más jóvenes buscan nuevas historias, diferente calidad en las producciones y formatos innovadores.
En conclusión, puedo sostener que la televisión lineal gana de lejos esta incesante batalla por la audiencia y aún tiene el porcentaje mayoritario en la torta televisiva en nuestra región. Factores como el acceso a una tarjeta de crédito, la fidelidad a los formatos televisivos antiguos como la telenovela, miniserie y el ‘remake’ de producciones laureadas todavía hacen que la programación tenga acogida.
Sin embargo, el streaming cautiva nuevas audiencias con buen poder adquisitivo, permite al usuario interactuar con sus contenidos preferidos casi de cualquier manera. Además, las empresas tecnológicas satisfacen la demanda de nuevos contenidos al basar sus nuevas creaciones en la data proporcionada por los mismos usuarios y en sus hábitos de consumo, y, por lo tanto, no hay pérdida: sino ganancia a nivel reputacional y de más audiencia.
Todos los actores implicados en esta batalla por los consumidores de tv mostraron sus estrategias. Ahora, resta que la innovación, la analítica de data y la calidad jueguen a favor de uno u otro formato.
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