13/09/2016/Associated Press
El presidente venezolano Nicolás Maduro catalogó el domingo de «perversas» las versiones que corren sobre supuestas negociaciones secretas de él con sus opositores, pese a que dice seguir interesado en que se dé un diálogo que detenga el «odio» y la «intolerancia» en este país sudamericano amargamente dividido por la política.
Durante su intervención en un acto de gobierno televisado, Maduro confirmó que el sábado sostuvo una reunión «muy fructífera» con el ex mandatario español José Luis Rodríguez Zapatero como parte de sus esfuerzos para que se reanuden los diálogos exploratorios entre su gobierno y la oposición, promovidos por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), con el propósito de acordar soluciones a la crisis política, social y económica que agobia a los venezolanos.
Ese encuentro forma parte del «esfuerzo para diálogos de paz que se viene haciendo, porque ustedes saben que nosotros tenemos que hacer todo por la paz, en el campo de los principios, de la dignidad, la Constitución, porque a veces salen por ahí gente que les desvaría (dice locuras) y que Maduro está negociando», manifestó.
Por iniciativa de la Unasur, los ex presidentes Rodríguez Zapatero, Martín Torrijos, de Panamá; y Leonel Fernández, de la República Dominicana, promueven desde marzo un proceso de diálogo en Venezuela entre el gobierno y la oposición.
«Hay que ser bien malvado para decir eso. ¿Ustedes creen que yo soy capaz de negociar y traicionar al pueblo? Hay que ser perverso y malvado», insistió el gobernante.
«La lealtad y el amor al pueblo y a (el fallecido presidente Hugo) Chávez no tienen precio», aseveró. «He sido leal y seré leal siempre» al legado de Chávez, su predecesor y mentor político, fallecido el 5 de marzo de 2013, agregó.
Maduro hizo sus comentarios dos días después que el diputado opositor Timoteo Zambrano anunció la liberación de un integrante del partido de oposición Voluntad Popular, el cual fue detenido en junio cuando se disponía a colaborar con las jornadas de validación de firmas para solicitar la activación de un referendo revocatorio con el fin de recortar el mandato de Maduro.
Zambrano confirmó la liberación de Gabriel San Miguel, quien junto con Francisco Márquez fue arrestado el 19 de junio pasado en el estado central de Cojedes por guardias nacionales luego que les fueron incautados 2.900.000 bolívares (unos 4.777 dólares) y paquetes de panfletos, que según la Fiscalía General «no pudieron justificar».
El incidente fue cuestionado por la organización activista Human Rights Watch, que expresó profunda preocupación por las detenciones.
A través de su cuenta en Twitter, Zambrano agradeció el interés de Rodríguez Zapatero en la liberación de San Miguel, sin dar detalles sobre el proceso judicial ni mencionar bajo qué condiciones se acordó la liberación de éste, que tiene la doble nacionalidad española y venezolana.
Se desconoce si Rodríguez Zapatero jugó un papel clave en la liberación de San Miguel, y tampoco quedó claro si Márquez será también liberado o permanecerá detenido.
La oposición ha dicho que, antes de participar en cualquier diálogo, el gobierno debe liberar a decenas de opositores considerados presos políticos y aceptar un referéndum revocatorio del mandato de Maduro para antes de fin de año.
Los opositores apuestan a realizar este año el referendo como salida a la crisis económica y social que golpea a Venezuela, pero el cronograma que planteó el Consejo Nacional Electoral ha generado dudas de que la consulta pueda darse antes del 10 de enero de 2017, cuando se habrá completado más de la mitad del mandato de seis años de Maduro.
La Constitución establece que, de realizarse el referendo luego de esa fecha, los dos últimos años del gobierno deberán ser completados por el vicepresidente.
Maduro también anunció el próximo arribo del secretario general de la Unasur para procurar el dialogo.
«Lo cortés no quita lo valiente. Yo he convocado a Unasur; en los próximos días va a venir el secretario general (de ese organismo regional) Ernesto Samper nuevamente (al país)», comentó.
Esperamos «a Unasur, a los expresidentes para que nos ayuden a facilitar, como lo están haciendo muy bien, tareas de diálogo, conversaciones para que se cumpla la Constitución, para que haya paz… para ir logrando, ojalá, un punto donde podamos ir deteniendo toda la cultura del odio, de la intolerancia», enfatizó.
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