15/09/2016/La Vanguardia
El país presidio por Xi Jinping acaba de poner en órbita un nuevo módulo de investigación espacial, el Tiangong-2. El laboratorio espacial –‘Palacio celestial’ en su traducción al español- comenzaba su andadura más allá de la superficie terrestre a las 16:04 hora española. El habitáculo ha sido lanzado desde el centro de lanzamiento de satélites Jiuquan en el desierto del Gobi. El éxito de la misión confirma el buen estado por el que pasa el programa espacial chino.
El dispositivo ha tardado menos de diez minutos en alcanzar su destino en la órbita terrestre. Los algo más de 14 metros de longitud del Tiangong-2 acogerán a los dos astronautas de la futura misión Shenzhou 11, cuyo lanzamiento está programado para el mes que viene. Los cosmonautas chinos pasarán 30 días en el interior del habitáculo, donde llevarán a cabo 14 experimentos relacionados con diferentes materiales y la vida en el espacio. El nuevo módulo permitirá que sus inquilinos puedan pasar más tiempo en órbita que los de su predecesor, el Tiangong-1.
La operación de lanzamiento ha tenido lugar con total normalidad; la separación de los diferentes módulos durante la maniobra ha ocurrido sin incidencias. El navío chino Yuanwang-5 se ha encargado de seguir la operación desde un punto no definido en el océano pacífico. Los expertos que han retransmitido el evento desde la cadena estatal CCTV han definido el acontecimiento como “todo un éxito”. Más de un millón de personas han seguido la retransmisión en directo por la web oficial del evento.
El ‘Palacio Celestial’ es un paso más hacia la futura estación espacial china, un proyecto prioritario para la agencia espacial del gigante asiático que promete poner en la órbita terrestre una construcción de tamaño y peso (60 toneladas) similares a los de la difunta estación espacial MIR. El Tiangong-2 permitirá a los investigadores del país asiático obtener más información sobre los sistemas de soporte vital y tecnologías de repostaje en el espacio exterior.
Wu-Ji, director general del centro chino de la ciencia del espacio (NSSC en sus siglas en inglés), indicaba al diario oficialista Global Times alguno de los dispositivos con los que cuenta el laboratorio espacial: “el Tiangong-2 tiene un altímetro de microondas que puede medir la topografía de los océanos con una gran precisión, hasta unos pocos centímetros, lo cual puede ser utilizado para el estudio del campo gravitacional de la tierra o el fenómeno de El Niño”.
La agencia espacial china está embaucada en varios proyectos espaciales más allá del Tiangong-2, el gigante asiático promete que enviará una sonda a Marte y que en el año 2036 pondrá a un hombre en la luna. La NASA, que cortó relaciones con la institución del país oriental en 2011, está aliándose con otras agencias espaciales en Asia para contrarrestar el empuje del país asiático en la carrera espacial.
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