22/09/2016/Informalia
El martes por la tarde se filtraba la bomba: la actriz había solicitado el divorcio del padre de sus seis hijos alegando «diferencias irreconciliables». En cuestión de minutos, la noticia recorría el planeta y comenzaban a destaparse los motivos de la decisión tomada por Angelina.
Entre otros, se relacionaba a su todavía marido con supuestos problemas de consumo demarihuana y alcohol. Estas acusaciones han provocado el enfado del actor, quien se encuentra furioso con la que ha sido su pareja durante doce años, los dos últimos de casados.
«Ella, simplemente, ha desatado el infierno», dicen desde el entorno del intérprete, que considera que los rumores no han hecho más que convertir a su familia en el objetivo primordial de los paparazzi. Parece que razón no le falta. Y es que los reporteros gráficos rodean todo el perímetro de la casa del matrimonio en Los Angeles, donde se busca la primera instantánea de ellos tras la ruptura. La situación es tan complicada que la policía se ha visto obligada a disponer un sistema de patrullas regulares alrededor de la mansión desde que se conoció la noticia.
Para tratar de evitar estos momentos de histeria colectiva, Brad Pitt deseaba que la separación se hubiera llevado con la mayor discreción posible, sobre todo pensando en sus hijos. Sin embargo, la bomba estalló y se airearon los supuestos problemas del protagonista de El club de la lucha con ciertas sustancias, su posible infidelidad con la actriz francesa Marion Cotillard y la intención de Jolie acerca de quedarse con la custodia de sus seis hijos.
Pasadas las horas, Pitt decidió salir al paso de las informaciones enviando un comunicado a la revista People: «Estoy muy triste por esto, pero lo que más importa en este momento es el bienestar de nuestros hijos. Le pido amablemente a la prensa que les den el espacio que se merecen durante este difícil tiempo», rezaba el texto.
Así las cosas, el proceso del divorcio no se aventura nada sencillo. Los seis hijos del matrimonio, tres de ellos adoptados, y la fortuna estimada de ambos, que supera los 500 millones de dólares, hacen que la separación se convierta en un difícil trance para la que era una de las parejas más mediáticas del celuloide.
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