20/07/2016/MSN
El vídeo del RMS Titanic se publicó por primera vez hace 30 años, el 18 de julio de 1986. Este barco de pasajeros fue el mayor transatlántico del mundo en el momento de su construcción, por lo que se le llamó «ciudad flotante». Llevaba 2.200 personas a bordo (entre pasajeros y tripulación). El barco británico empezó su viaje inauguran en Southampton, Reino Unido, hace 74 años, solo para terminar en el fondo del Atlántico Norte, después de chocar con un iceberg.
A unos tres kilómetros bajo la superficie del gélido Atlántico Norte, los científicos y exploradores encontraron los primeros restos el 1 de septiembre de 1985. Solo cuando encontraron la caldera pudieron identificarlo como el Titanic. Inspeccionaron el lugar con robots submarinos y usaron un sonar para localizar la situación exacta del barco. Su primera visión del barco duró seis minutos.
Después del fracaso de tres equipos, fue el geólogo marino Dr. Robert D. Ballard (izq.), de la Woods Hole Oceanographic Institution, Estados Unidos, junto con Jean-Louis Michel (der.) del Instituto Oceanográfico Francés, Francia, quien encontró la caldera del barco en el fondo del océano. La parte estadounidense de la expedición iba a bordo del barco Knorr (der.) y estaba financiada por la National Geographic Society.
Como luego se supo, la misión era en realidad una investigación secreta de la armada estadounidense, que intentaba localizar los restos de dos submarinos nucleares: el U.S.S, Thresher y el U.S.S. Scorpion (en la imagen). En plena Guerra Fía, no querían que esa tecnología cayera en las manos equivocadas y dieron a Ballard acceso a Argo, un sonar de alta resolución. Ballard encontró el Titanic, situado entre los dos submarinos.
Argo y Jason (en la imagen) se llamaban así por Jasón y los Argonautas, de la mitología griega. Esta fue la revolucionaria tecnología responsable del hallazgo de los restos. El Argo era un submarino no tripulado con un dispositivo sonar de alta resolución. Jason, por su parte, era un sistema fotográfico sumergible. Este aparato fue el primero que vio el Titanic desde 1912.
Argo estaba inspeccionando el suelo marino, a unos 600 km al sureste de Terranova y Labrador, cuando descubrió los restos (en la imagen), pasada la 1:00 a.m. del 1 de septiembre de 1985. Una de las calderas del Titanic fue identificada y el sonar reveló el resto del barco.
Al día siguiente, ANGUS (en la imagen) o Acoustically Navigated Geological Underwater Survey, con tres cámaras a color de alta capacidad con objetivo de 35 mm, fue sumergida en el agua. Hizo fotografías durante los siguientes cuatro días y volvió en 1986 para grabar todos los restos.
El equipo encontró la parte de la proa y la de la popa del barco a unos 600 metros la una de la otra. Esto demostraba que el barco se había partido en dos muy cerca de la superficie y, ya roto, se había hundido en el océano a una velocidad considerable. La cubierta se dobló de pronto hacia abajo, hacia la parte trasera (en la imagen).
Se habían formado estructuras de óxido en el metal similares a carámbanos. Ballard las describió como «ríos helados de óxido cubriendo los laterales del barco y esparciéndose por el suelo oceánico».
(En la imagen) El barco cubierto casi por completo de óxido.
En una inmersión en 1986, se descubrió una grúa de carga que se extendía más allá del casco de estribor en la sección de popa del Titanic.
Dos balizas, usadas para asegurar las cadenas de las anclas, y una barandilla en la proa del Titanic.
Un medidor de consumo de energía para la luz eléctrica de la brújula del Titanic fue recuperado de los restos en una inmersión en 1985.
Las cubiertas (en la imagen) del barco cayeron una sobre otra debido a la presión del agua cuando este se hundió.
Una ventana en una cabina en el lado de estribor de la cubierta del Titanic.
Antes de dejar los restos en 1985, Ballard colocó una placa del Explorer’s Club en el cabrestante del barco, en reconocimiento al equipo que había descubierto el barco y en memoria de los pasajeros que perdieron su vida cuando se hundió.
El descubrimiento del barco supuso el comienzo de una nueva era en la exploración submarina y un renovado interés por los naufragios. Ghost of the Abyss (2003), de James Cameron, es un documental sobre un grupo de científicos que se sumerge en un submarino ruso y usa tecnología 3D especialmente diseñada para su misión: explorar los restos del barco.
(En la imagen): La proa del barco.
Se usaron Vehículos Operados a Distancia (ROV por sus siglas en inglés) para explorar todo el barco. Los submarinos Mir 1 (en la imagen) y Mir 2 volvieron a ser sumergidos doce veces a lo largo de seis semanas para explorar el barco.
El equipo usó un ROV llamado Medusa iluminar el fondo marino y los restos. El sistema de iluminación estaba compuesto de diez luces de alta potencia, que ayudaron a las cámaras a grabar.
Mientras rodaba el documental, Cameron dijo: «Viéndolo (al barco) de esa forma, no se puede pensar en otra cosa que no sea una tragedia humana. Es una lona muy grande, pero hay una asombrosa conexión humana».
(En la imagen): Un sumergible Mir observa la proa del barco.
Cameron y su equipo encontraron objetos como copas, cubiertos e incluso una lámpara de araña intacta (en la imagen) colgando de un cable.
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