09/05/2025/Victor Gomez, El Crepuscular/larazon
Un grupo de investigadores de la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda, ha revelado cuáles son los alimentos más resistentes y nutritivos para garantizar la supervivencia en caso de una catástrofe global. Tras un extenso análisis, los científicos concluyeron que espinacas y remolacha son los cultivos ideales para enfrentar condiciones extremas, como un invierno nuclear o un colapso climático.
El estudio evaluó la capacidad de adaptación de distintos cultivos ante la falta de luz solar y bajas temperaturas, determinando que estos vegetales proporcionan los nutrientes esenciales para la subsistencia. Además, se identificó que el trigo y las zanahorias también podrían ser opciones viables en un escenario de crisis prolongada.
Los expertos destacan que el acceso a estos cultivos, junto con estrategias de producción eficientes, podría marcar la diferencia en la supervivencia de la humanidad frente a posibles desastres.
Esta investigación abre un debate sobre la resiliencia alimentaria y la necesidad de prepararse ante eventos imprevistos que podrían afectar la seguridad global.
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