18/06/2017/La Opinión
La gastronomía, además de ser uno de los mayores placeres del ser humano, también puede convertirse en una herramienta eficaz para alcanzar fines solidarios, y la iniciativa “Cocineros Unidos por Venezuela“, iniciada por los chefs José Luis Chávez en Nueva York y César González en Miami, es un claro ejemplo de este fenómeno.
El funcionamiento de la campaña es muy sencillo: el próximo 21 de junio, todos los restaurantes que se hayan unido a la iniciativa culinaria destinarán un porcentaje de los beneficios obtenidos durante dos horas (desde las 7:00 pm hasta las 9:00 pm) a varias organizaciones venezolanas que ofrecen su ayuda a las familias que lo necesitan.
Por el momento, la iniciativa de Chávez y González, nacidos en el país gobernado actualmente por Nicolás Maduro, cuenta con la participación de más de 130 restaurantes en todo el mundo, aunque los impulsores de la campaña creen que el número de colaboradores seguirá creciendo hasta que se cierre el plazo de inscripción el próximo miércoles.
Uno de los secretos del éxito de esta idea es la flexibilidad que ofrece a los participantes, ya que los locales registrados pueden decidir qué porcentaje de los beneficios obtenidos desean destinar a la campaña y con qué organización venezolana desean colaborar.
“Nosotros no tocamos el dinero en ningún momento, sino que nos limitamos a comprobar que los fondos llegan a las seis asociaciones con las que tenemos relación. Nuestra naturaleza es puramente humanitaria y no nos gusta involucrarnos en temas políticos”, asegura Chávez, dueño del restaurante “Mission Ceviche” en el Meatpacking District de Manhattan.
El restaurante de Chávez, “Mission Ceviche”, donará los beneficios de las cenas del 21 de junio a la campaña.
La idea de “Cocineros Unidos por Venezuela” está inspirada precisamente en una iniciativa que este chef impulsó en marzo de 2017 movido por el deseo de ayudar a la población peruana después de que Lima y el norte del país quedaran muy afectados por las lluvias torrenciales.
“Cuando me enteré de que el temporal había acabado con la vida de decenas de personas y destruido miles de casas, el miedo se apoderó de mí porque mi padre nació en Perú y gran parte de su familia todavía vive allí”, afirma Chávez.
Para combatir su frustración, el chef decidió compartir en sus redes sociales un vídeo en el que comunicaba su intención de destinar todos los beneficios obtenidos durante una noche de trabajo a las labores de reconstrucción de los lugares afectados por las lluvias torrenciales.
Lo que ocurrió a partir de entonces fue, según el propio Chávez, “un milagro y una bendición”: el vídeo se volvió viral a las pocas horas de ser publicado y en solo un día fue compartido por más de 25 millones de personas en varios países.
Ante el éxito de la iniciativa, que contó con donaciones procedentes de más de 60 restaurantes en todo el mundo, el chef se dio cuenta de que su idea podía aplicarse a otras causas solidarias, y fue entonces cuando Chávez decidió lanzar una campaña similar para ayudar a las víctimas de la crisis de Venezuela.
José Luis Chávez, de 31 años, es uno de los impulsores de la campaña “Cocineros Unidos por Venezuela”.
En esta ocasión, además, el joven chef contó con el apoyo de González, dueño de los restaurantes Bocas Grill y Bocas House en el estado de Florida y uno de los empresarios que más se involucró en el proyecto de ayuda solidaria a Perú.
Tras varias conversaciones a través de Skype, los dos cocineros se pusieron rápidamente manos a la obra y, finalmente, el 7 de junio consiguieron lanzar oficialmente la campaña“Cocineros Unidos por Venezuela”, que ya cuenta con la colaboración de más de 130 restaurantes ubicados en países como Estados Unidos, España, Francia, República Dominicana, Colombia y México.
“Lo que estamos haciendo va a formar parte de la historia de la cocina mundial, y eso es algo de lo que me siento profundamente orgulloso”, asegura Chávez, quien tiene pensado dar continuidad a este proyecto para que pueda seguir siendo útil en el futuro.
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