05/11/2016/EFE / LR
Investigadores de la Universidad Católica de Chile desarrollaron un sistema de aislamiento sísmico para contenedores de líquidos, destinado específicamente a proteger los estanques de vinos de los terremotos, frecuentes en el país austral.
El proyecto, según informó este sábado la universidad en un comunicado, busca revertir las pérdidas de la industria vitivinícola tras los eventos sísmicos que han afectado a Chile en los últimos años.
«Lo últimos terremotos demostraron que los estanques de acero inoxidable de pared delgada para la guarda y fermentación de vino son estructuras sísmicamente muy vulnerables», explicó José Luis Almazán, académico de Ingeniería Estructural y director del proyecto.
Precisó que en el terremoto de 8,8 grados que devastó varias regiones del centro y sur de Chile el 27 de febrero de 2010, falló al menos uno de cada cuatro contenedores que estaban llenos de vino, afectando parte o la totalidad del contenido.
Ello significó una pérdida de 125 millones de litros, equivalente al 12,5 % de la producción del año 2009.
«El daño pudo ser mucho mayor, ya que el sismo ocurrió poco tiempo antes de la vendimia, por lo cual menos del 50 % de la capacidad de almacenamiento estaba utilizada», indicó Almazán.
El sistema consta de un conjunto de dispositivos flexibles que se instalan en los soportes del contenedor, lo que produce un efecto de aislamiento.
Según el experto, «la idea es que la energía del sismo sea absorbida por dispositivos de aislamiento de las vibraciones».
En un modelo a escala, el equipo de investigación demostró cómo la energía de un sismo se transfiere al sistema de aislamiento, formado por dispositivos capaces de aislar tanto los movimientos horizontales como verticales del suelo.
«Esta tecnología permite filtrar las ondas sísmicas, de modo tal que la energía que llega al estanque en sí, es mucho más baja», destacó José Luis Almazán.
El sistema, según los investigadores, se puede escalar al tamaño y peso que se necesite proteger y es igualmente efectivo para proteger equipos industriales en general.
«Gran parte del trabajo apunta a disponer de dispositivos comercialmente atractivos. La idea es que el costo de protección sísmica, que se realiza una sola vez, esté entre un 2 y un 5 % de la inversión total del contenedor», señaló el jefe del proyecto, que espera que los nuevos dispositivos, al igual que otras tecnologías antisísmicas puedan salir al mercado en 2018.
Además de los daños sufridos por la vitivinicultura en febrero de 2010, otras empresas perdieron hasta veinte millones de litros de cerveza, al igual que productores vino y pisco de la Región de Coquimbo (norte), a causa del terremoto de 8,4 grados que sacudió a esa zona el 16 de septiembre de 2015.
El terremoto del 27 de febrero de 2010 dejó más de 520 muertos, cerca de un millón de damnificados y daños por unos 30.000 millones de dólares.
El de septiembre de 2015, en tanto, dejó una quincena de muertos, siete mil damnificados, un millar de casas destruidas y cuantiosos daños en infraestructura.
Los vinos son una importante fuente de ingresos para Chile, con exportaciones por más de 1.700 millones de dólares anuales, según cifras oficiales.
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