11/04/2025/Victor Gómez, El Crepuscular/la opinión
Ernesto Fonseca Carrillo, conocido como «Don Neto» y considerado uno de los fundadores del Cártel de Guadalajara, ha sido liberado tras cumplir una condena de 40 años en México. Su sentencia estuvo relacionada con el asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena y el piloto mexicano Alfredo Zavala en 1985, un caso que marcó un punto crítico en la lucha contra el narcotráfico en la región.
A sus 95 años, Fonseca Carrillo pasó los últimos años de su sentencia en arresto domiciliario debido a su estado de salud y avanzada edad. Su liberación representa el cierre de un capítulo histórico relacionado con el narcotráfico mexicano, aunque las heridas de los hechos que lo llevaron a prisión aún persisten en la memoria colectiva.
El caso que involucró el asesinato del agente Camarena tuvo repercusiones internacionales, desencadenando un intenso operativo en contra de los cárteles de droga de la época. Mientras tanto, otros implicados en el crimen, como Rafael Caro Quintero, enfrentan procesos legales activos en los Estados Unidos.
Con su liberación, surgen preguntas sobre el impacto histórico de estas figuras del narcotráfico en la actualidad y cómo su legado afecta las dinámicas del crimen organizado en la región.
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