Publicado: 15 dic 2015. Reuters
Desde una distancia de 800 metros, un francotirador inglés logró matar a cinco miembros del Estados Islámico disparando solo tres balas. Los terroristas ultimados llevaban explosivos escondidos debajo de sus sobretodos.
El operativo se realizó en una zona cercana a la ciudad iraquí de Mosul, donde se descartó el ataque aéreo debido a la presencia de civiles en el lugar. Por eso, los altos mandos británicos optaron por enviar a francotiradores del Servicio Aéreo Especial (SAS, por sus siglas en inglés).
Los tiradores vigilaban una fábrica de explosivos de la que salieron yihadistas vestidos con sobretodos, a pesar del intenso calor en la zona, publicó el portal ‘Daily Mail‘. Este atuendo llamó la atención de los soldados. Sus sospechas fueron correctas: debajo de las vestimentas llevaban explosivos.
Fue entonces que el francotirador realizó su primer disparo, que impactó en el pecho de uno de los terroristas. El acierto activó su explosivo, lo que terminó matando también a otros dos extremistas. Después, un segundo balazo dio en la cabeza a otro integrante del EI cuando intentaba entrar a la fábrica; mientras que el tercero también fue baleado y, de inmediato, se detonaron los dispositivos que tenía escondidos.
«Había muchas viviendas de civiles cerca y niños alrededor, por lo que se descartó un ataque aéreo. En su lugar, el comando de las SAS decidió usar un equipo de francotiradores y la operación fue un éxito», comentaron autoridades militares británicas.
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