06/04/2025/Victor Gómez, El Crepuscular/elpais
En medio de la revolución cafetera que está transformando las grandes ciudades del mundo, el café ha dejado de ser simplemente una bebida para convertirse en una experiencia sensorial, cultural y económica. La proliferación de cafeterías modernas, libros especializados y nuevos métodos de preparación refleja la importancia de esta infusión en la vida contemporánea.
La publicación reciente del Atlas mundial del café por James Hoffmann marca un hito en la comprensión de este producto. Con tapa dura y un análisis meticuloso, el libro explora desde el árbol de café y su cultivo en países como Venezuela, China y Zambia, hasta las características únicas del café arábica. Hoffmann invita al lector a apreciar cada taza como el resultado de un proceso complejo, con el objetivo de disfrutar al máximo su aroma y sabor.
Otros autores, como Kim Ossenblok y Yassir Raïs, han profundizado en los aspectos sensoriales y culturales del café. En Café sensible, Ossenblok anima a los consumidores a percibir los matices y texturas del café de especialidad, mientras que en De la finca a la taza, Raïs conecta el café con tradiciones, rituales y comunidades globales. Ambos libros son un llamado a la reflexión y al disfrute consciente.
El fenómeno cafetero no solo está impulsando la creación de espacios donde el café es protagonista, sino también la expansión de una cultura dedicada a su estudio y apreciación. Desde el grano hasta la taza, esta infusión simboliza la unión entre historia, ciencia y pasión.

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