El Crepuscular

Noticias (Tabloide Edición Digital)

El náufrago que fue millonario

25/06/2017/La Vanguardia

David Glasheen, que ahora tiene 74 años, era un hombre de negocios de Sydney –de origen irlandés– cuando sobrevino el crack bursátil de 1987. Era un magnate en el negocio de la minería del oro en Papúa Nueva Guinea. En su mejor momento, su fortuna alcanzó los 25 millones de euros. De la noche a la mañana lo perdió casi todo, y su esposa le pidió el divorcio. Acostumbrado al tren de vida al que el dinero que acababa de perder le permitía, Glasheen pasó unos años sin saber muy bien qué hacer con su nueva vida.

Todo cambió en 1993 cuando visitó Restauration Island, una isla deshabitada –de 26 hectáreas de superficie– al nordeste de Australia. Isla Restauración es más o menos conocida porque se declaró parque nacional en 1989, y porque en ella el capitán William Bligh –que fue quien le puso el nombre – encontró suministros vitales, después de que los amotinados del HMS Bounty lo dejaran a él y a sus hombres en un bote a la deriva abandonados a su suerte.

El hombre de negocios se arruinó en 1987 y desde 1997 vive solo en Restoration Island, al nordeste de Brisbane

Glasheen se enamoró del lugar y pensó que era el lugar perfecto para empezar de cero. Así que un año después, en 1994, consiguió que Restoration Island Pty Ltd le arrendara una concesión de 1,52 hectáreas. Las condiciones que el arrendatario le puso al hombre de negocios casi arruinado fueron que pagara un alquiler de 14.000 euros anuales, y que construyera instalaciones turísticas y para la pesca.

En 1997, Glasheen se trasladó a vivir a la isla con su novia. Pero la mujer lo abandonó y regresó a la ciudad. Desde entonces, este náufrago moderno vive solo en Restauration con su perro Quasi, aunque recibe la visita ocasional de personas que navegan por esas aguas en sus yates privados. Sólo va a tierra firme –es un decir– una vez al año.

Glasheen ha hecho algunas mejoras en la isla a lo largo de estos 20 años que lleva viviendo como Robinson Crusoe. La más importante, unas placas solares que le permiten tener electricidad y conexión a internet. Aunque en varias declaraciones a diarios británicos dijo que no añora nada de su antigua vida de lujos y caprichos, también reconoce que a veces se siente un poco solo.

Por eso, aprovechando que tiene acceso a la red, inició una campaña en línea para tratar de encontrar a su propia chica. Una compañera con la que compartir el sol y las aguas turquesa de la isla. Como reclamo publicitario se hizo con un maniquí al que vistió con ropas de mujer. De momento no ha tenido suerte.

Isla Restauración, al nordeste de Australia, pertenece al estado de Queensland. Está cerca de la costa, la separan 2.000 km de Brisbane, la capital(.)

Pero quizás los días de David Glasheen en su paraíso estén por terminar. De los dos compromisos que adquirió con el arrendador de la isla, él ha cumplido escrupulosamente con el pago puntual del alquiler, pero no con el de construir algún tipo de infraestructura turística.

Tras un disputa en los tribunales entre Glasheen y la empresa propietaria de los derechos de la isla, finalmente el Gobierno de Queensland ha decretado que el hombre tiene que abandonar su retiro, por incumplimiento del contrato. Eso sí, las malas lenguas dicen que en realidad, Restoration Island Pty Ltd lo que quiere es construir un gran resort turístico. Mobbing inmobiliario en el paraíso.

[staff_social]

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *