20/01/2016/Batanga/AJV
Un mamífero venenoso es algo bastante raro y, de hecho, muchos ni siquiera saben que existen. ¿Tú lo sabías? Por las dudas, aquí te mostramos 5 ejemplos de mamíferos venenosos.
Cuando escuchamos la palabra «venenoso» solemos pensar en o serpientes, pero rara vez asociamos la palabra con mamíferos. Tiene sentido, son muy pocos los animales de esta clase que poseen esta característica, pero, aunque cause sorpresa, sí hay un puñado que producen veneno.
La razón por la que tan pocos mamíferos utilizan este mecanismo de defensa tan común en otras clases animales no está muy clara. Algunas teorías sugieren que se debe a que el veneno toma su tiempo en paralizar a la presa y, con sus y garras, los mamíferos modernos pueden matar a su víctima con mayor agilidad, haciendo que el uso de veneno no sea necesario.
5. Loris perezoso
No dejes que esa tierna mirada de gigantes te engañe, la mordida de un loris perezoso puede hacerte pasar un mal rato. Los loris cuentan con una glándula en sus codos que produce una sustancia que, al mezclarse con su saliva, puede producir un shock anafiláctico si una de estas pequeñas criaturas te muerde. Dado el método en que administran su «veneno», no todos los expertos coinciden en que pueda decirse que estos animales son venenosos, aunque suelen incluirse en las listas de mamíferos venenosos.
Eso sí, esto no les ha sido de mucha ayuda. Lamentablemente, su adorable apariencia los ha hecho muy populares entre los traficantes de mascotas exóticas y los loris están cada vez más amenazados por esta práctica. Como si eso no fuera suficiente, muchos creen que estos primates poseen habilidades supernaturales. Lamentablemente, la mayoría de los ejemplares que terminan como mascotas mueren al poco tiempo y, a pesar de las leyes aprobadas para intentar evitar esta práctica, su situación es cada vez más vulnerable.
4. Musaraña
Existen varias de musarañas y no todas presentan esta característica, pero sí hay un puñado de ellas que cuentan con una mordida venenosa. Claro está, no vas a encontrar muchas estadísticas sobre muertes humanas por musarañas, ya que estos pequeños animales se alimentan de animales aún más pequeños y para ellos está diseñado este veneno.
Con su mordida venenosa, las musarañas mantienen a insectos y, en ocasiones, mamíferos pequeños en una especie de estado comatoso que les permite contar con comida para el largo invierno. Sucede que el metabolismo de las musarañas es bastante rápido, por lo que precisan de esta herramienta para mantenerse bien alimentadas en épocas de frío.
3. Almiquí
Tanto el almiquí de La Española como el almiquí de Cuba son pequeños mamíferos de la familia Solenodontidae. Sus parientes más cercanos son los topos y las musarañas, animales que también se encuentran en esta curiosa lista de animales venenosos.
Aunque en ocasiones se los ha creído extintos, estos primitivos animales siguen habitando las islas de Cuba y La Española. Su saliva es venenosa y puede llegar a matar a perros pequeños cuando lo utilizan como mecanismo de defensa. La gran mayoría de las veces, sin embargo, los amiquíes utilizan su veneno para alimentarse de insectos.
2. Topo
Al igual que las musarañas, los topos utilizan su veneno para paralizar a sus presas (más comúnmente insectos) y mantenerlas vivas. De esta manera, pueden comerlos tiempo después de haberlos capturado. Las toxinas de su saliva son particularmente eficaces al momento de paralizar lombrices, uno de sus alimentos preferidos.
Este comportamiento ha sido comprobado en topos europeos, aunque se sospecha que otras especies de topos también podrían ser venenosas.
1. Ornitorrinco
El ornitorrinco es un bicho muy raro. Estos animales son tan extraños que, cuando se envió un primer ejemplar para su revisión por parte de científicos europeos, tuvo que pasar un tiempo antes de que se aceptara que eran reales y no algún invento un tanto macabro de algún embalsamador aburrido. Honestamente, no podemos culparlos, ¿qué habrías creído tú en su situación?
Basta mirarlos para entender lo raros que son y realmente no necesitábamos más argumentos, pero ahora los tenemos: además de todas las otras singularidades que ya conocíamos, los ornitorrincos son venenosos. Al menos, lo son los machos, que tienen conectadas a sus patas traseras glándulas con veneno que, aunque en teoría no pude matarte, sí dicen que duele muchísimo.
Su principal utilidad parecería ser alejar a otros machos durante la temporada de apareamiento, aunque también causaron dolor a varias víctimas en la época en que solía cazarse a estos peculiares animales.
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