21/07/2025/Victor Gómez, El Crepuscular/Diario Puntual/El Nacional/La República/La Tercera
El príncipe saudita Al-Waleed bin Khalid Al Saud, conocido como el “Príncipe Durmiente”, falleció el sábado 19 de julio a los 36 años, tras permanecer en estado de coma durante dos décadas, luego de un accidente automovilístico ocurrido en Londres en 2005.
El joven, entonces estudiante en una academia militar, sufrió una hemorragia cerebral masiva que lo dejó en estado vegetativo. Desde entonces, permaneció bajo cuidados intensivos en la Ciudad Médica Rey Abdulaziz, en Riad, conectado a soporte vital. Su padre, el príncipe Khalid bin Talal, se negó durante todo este tiempo a suspender el tratamiento, aferrado a su fe y a señales mínimas de respuesta motora que se registraron en años recientes.
La noticia de su fallecimiento fue confirmada por su familia a través de redes sociales, con un mensaje que citaba el Corán y expresaba profundo dolor. Las oraciones fúnebres se realizaron el domingo en la mezquita Imam Turki bin Abdullah, en una ceremonia multitudinaria que reunió a miembros de la realeza, líderes religiosos y ciudadanos.
Al-Waleed era bisnieto del rey Abdulaziz, fundador del Reino de Arabia Saudita, e hijo mayor del príncipe Khalid bin Talal. También era sobrino del magnate Al-Waleed bin Talal, una de las figuras más influyentes del mundo árabe.
Su historia, marcada por la esperanza y la perseverancia, generó un amplio debate sobre los límites del soporte vital, la ética médica y la fe religiosa. Durante años, su caso fue seguido por millones de personas en Arabia Saudita y en el extranjero, convirtiéndose en un símbolo de devoción familiar y resistencia ante la adversidad.
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