02/10/2025/Victor Gómez, El Crepuscular/El Nacional/BBC News Mundo
El mundo despide a Jane Goodall, pionera de la etología moderna, quien falleció a los 91 años por causas naturales durante una gira de conferencias en Estados Unidos. Su legado científico, ambiental y humano permanece indeleble, marcado por una imagen que desafió las reglas de su tiempo: la fotografía de 1964 junto al chimpancé bebé Flint.
Capturada por su esposo, el fotógrafo Hugo van Lawick, la imagen muestra a Goodall agachada, extendiendo su brazo hacia Flint, quien responde con un gesto similar. Publicada por primera vez en National Geographic en 1965, la fotografía fue comparada por la propia Goodall con “La Creación de Adán” de Miguel Ángel, por su simbolismo profundo: el puente emocional entre especies.
En una época en la que la ciencia exigía distancia y objetividad, Goodall rompió esquemas al nombrar a los chimpancés en lugar de numerarlos, y al documentar comportamientos como el uso de herramientas, hasta entonces considerados exclusivos de los humanos. Su enfoque empático y observacional obligó a la comunidad científica a replantear la definición de inteligencia y emoción en el reino animal.
La fotografía con Flint no solo capturó un momento íntimo, sino que se convirtió en símbolo de una revolución científica y ética. “Esa imagen mostró que los humanos no estamos separados del resto de los animales, sino que somos parte de ellos”, declaró Goodall en una entrevista con BBC Future.
El Instituto Jane Goodall, fundado en 1977, continuará su misión de conservación y educación ambiental. Hoy, el mundo recuerda a una mujer que, con una mirada serena y una mano extendida, cambió para siempre nuestra relación con la naturaleza.
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