04/03/2025/Victor Gomez, El Crepuscular/el informador
En los últimos treinta años, la causa por la canonización del Dr. José Gregorio Hernández ha contabilizado, al menos, tres millones de favores y gracias de Dios por su intercesión, así lo destacó el sacerdote Gerardino Barracchini, vicepostulador de la Causa de Santidad, durante la Misa de las Batas Blancas celebrada el 2 de marzo.
En la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria en Caracas, donde reposan los restos mortales del Dr. José Gregorio, Barracchini resaltó la fama de santidad del Beato más allá de las fronteras de Venezuela. «Era tal la fama de milagros del Beato, que el papa decidió canonizarlo sin la necesidad de un milagro adicional. Esto ha sucedido en muy pocos casos en la historia de la Iglesia», afirmó.
El sacerdote también reconoció y elogió la labor de los médicos venezolanos, a quienes describió como «profundamente empáticos y solidarios». Barracchini exhortó al personal médico a imitar la empatía con los pacientes que caracterizaba al Dr. José Gregorio, recordándoles que ellos también son «médicos del alma».
Aunque aún no se ha determinado la fecha del acto de canonización, se espera que la Secretaría de Estado del Vaticano la anuncie en abril. La ceremonia tendrá lugar en el marco del jubileo, un gran evento católico que se celebra cada 25 años.
Un Legado Científico y Humano
El Dr. José Gregorio Hernández, oriundo de Trujillo (1864-1919), dejó un legado científico significativo. Fundó la cátedra de Bacteriología en la Universidad Central de Venezuela y se graduó de doctor en Ciencias Médicas en 1888. Posteriormente, se especializó en histología, bacteriología, fisiología experimental, anatomía patológica y microscopía en Francia y Alemania, siendo uno de los pioneros en el uso de microscopios con fines científicos y académicos.
La influencia del Dr. José Gregorio Hernández sigue viva, y su vida y obra continúan inspirando a millones de personas en Venezuela y en todo el mundo. Su canonización será un momento histórico que reafirmará su lugar como símbolo de fe, ciencia y compasión.
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