28/06/2025/Victor Gómez, El Crepuscular/
La película grabada en Caracas, las Dos Caras, escrita y dirigida por Jackson Gutiérrez, retrata con crudeza las realidades paralelas de dos personajes atrapados por la violencia estructural del barrio: uno, moldeado por la pérdida y el resentimiento; el otro, por el abandono y la vulnerabilidad. Aunque partan de esquinas distintas del sufrimiento, sus trayectorias confluyen en un punto crítico: la lucha por encontrar algún sentido en medio del caos.
La obra plantea la dualidad moral como núcleo narrativo: víctima y victimario son, en realidad, extremos de una misma cadena rota. El personaje que ha perdido a su madre y luego a su padre adoptivo busca llenar el vacío con poder y dominio. El joven callejero, sin figuras afectivas, cae en su esfera de influencia, convertido en instrumento de una violencia que no comprende, pero que lo abraza como única forma de pertenencia.
Gutiérrez construye un relato visceral, casi documental, con actuaciones en gran parte no profesionales que aportan realismo y espontaneidad. Más que una historia lineal, la película es un grito social que denuncia el círculo vicioso de exclusión, criminalidad y falta de oportunidades.
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