Invasión terrestre
En paralelo, el ejército israelí prepara una invasión terrestre. La semana pasada desplegó dos brigadas en la frontera y el jefe de la Fuerza Aérea de Israel, Tomer Bar, dijo que la fuerza aérea se estaba preparando para ayudar a las tropas en operaciones terrestres contra Hezbollah, en caso de que surgiera la necesidad.
Asimismo, medios informaron que las FDI empezaron a realizar incursiones a pequeña escala como preparativos, algo que podría convertirse en una escalada mayor del conflicto.
Según supo Wall Street Journal, las fuerzas israelíes han ingresado a los túneles de Hezbolá, para obtener información en preparación de una ofensiva terrestre que podría comenzar esta misma semana. Según el informe, operaciones de este tipo se han llevado a cabo en los últimos meses y más recientemente, como parte del intento de Israel de expulsar al grupo terrorista asentado en su frontera con el Líbano.
Si bien Israel aún no confirmó la concreción de la invasión terrestre, este lunes el ministro de defensa, Yoav Gallant, la insinuó en un mensaje dirigió a las tropas del norte del país.
“Eso es lo que haremos y desplegaremos todo lo que sea necesario: ustedes, otras fuerzas, desde el aire, desde el mar y desde la tierra”.
Gallant dijo que devolver a los israelíes a sus hogares en el norte (unos 60.000 se han visto obligados a evacuar por repetidos disparos de cohetes desde el Líbano) era “la misión de las FDI”.
La violencia entre Hezbollah e Israel se ha intensificado tras 11 meses de combates transfronterizos más limitados. Lo que comenzó como una escaramuza iniciada por el grupo terrorista a favor de Gaza, podría acabar en una guerra total. La destrucción de aldeas y casas y los incendios forestales obligaron a 70.000 israelíes a abandonar sus hogares del norte, y a miles de libaneses sus hogares del sur.
Ante esta inminente ofensiva terrestre israelí, el primer ministro libanés, Najib Mikati, dijo estar dispuesto a desplegar el ejército al sur del río Litani e implementar plenamente la resolución 1701 de la ONU que tenía por objeto poner fin a la presencia armada de Hezbolá allí.
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