28/10/2016/alacartaparados.es/PS
Sobre el pollo se puede decir que es el alimento más popular en todo el mundo y no es de extrañar, ya que es delicioso, nutritivo y se puede preparar de muchas maneras: Pollo asado al horno, pollo al ajillo, pollo al curry, pollo a la cerveza, pollo al limón, pollo al chilindrón, pollo en pepitoria, pollo frito, pollo tandoori o sopa de pollo casera son algunos ejemplos de la multitud de recetas de pollo que existen.
Pero si lo va a cocinar asado al horno, conviene seguir algunos consejos para que el resultado en la mesa sea espectacular.
Claves:
No le quites la piel, le da más sabor, además que se va a tostar y esa textura crujiente es posiblemente es una de las cosas mas sabrosas en la vida.
Hazle cortes transversales de 1 cm. de profundidad aproximadamente para facilitar la cocción. Además, si lo vas a marinar, por los cortes penetran los sabores y esta más rico.
Agregarle hierbas, especias, salsas, mantequilla entre la piel y la carne, como si fuera un relleno. El sabor que adquiere es espectacular.
Elabora una mantequilla aromatizada y ponla entre la piel y la carne de las pechugas para que al derretirse con el calor del horno éstas queden jugosas y no secas, gascas e incomibles.
No salar el pollo por fuera, pero sí por dentro, conseguiremos que esté más crujiente, porque la sal atrae la humedad y hará que la piel se cueza, no se ase.
Un error habitual es llenar la bandeja donde vamos a asar el pollo de agua, vino u otro líquido. Es un error porque, de esa forma, se cocerá más que asarse. Sí conviene depositar algo de líquido, pero en pequeña cantidad, la justa y no más.
Precalentamos el horno a 180-200°C y mantenemos esa temperatura durante el tiempo adecuado al tamaño del pollo. Puede ser una hora o quizá hasta dos horas, si el pollo es de buen tamaño.
Utiliza los sobrantes de este pollo si quedan para hacer sándwiches de ensalada de pollo.
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