25/02/2025/Victor Gomez, El Crepuscular/CNN
La reciente campaña del Gobierno de Estados Unidos contra los inmigrantes indocumentados, implementada poco después de que Donald Trump asumiera la presidencia, ha llevado a cientos de migrantes a regresar voluntariamente a sus países de origen. Entre ellos, se encuentran numerosos venezolanos que prefieren regresar a casa antes que enfrentarse a la posibilidad de ser detenidos y deportados.
Yorvis Castillo, un ciudadano venezolano que vivió de manera irregular durante dos años en Houston, Texas, decidió regresar a su país el pasado 8 de febrero. «Siente uno que en cualquier momento te pueden agarrar, te pueden deportar», explicó Castillo, quien tomó la decisión ante el temor de ser detenido por agentes de inmigración.
La situación de Castillo no es única. José Adrián Díaz, otro migrante venezolano, fue detenido mientras trabajaba en la ciudad de Oklahoma y deportado a la frontera con México. «No están perdonando a nadie», asegura Díaz, quien optó por regresar voluntariamente a Venezuela en busca de sus seres queridos.
Las autoridades venezolanas han habilitado vuelos humanitarios para facilitar el retorno de los migrantes desde Estados Unidos y otros países. Además, han suscrito un acuerdo migratorio con México para ayudar a aquellos que no tienen los recursos necesarios para regresar por su cuenta.
Funcionarios de la organización internacional Médicos Sin Fronteras informan que diariamente unos 300 migrantes, en su mayoría sudamericanos, cruzan la frontera entre Honduras y Nicaragua en su camino de regreso a sus países de origen.
Ante esta situación, los migrantes venezolanos hacen un llamado a su gobierno para que continúe brindando apoyo y facilite su retorno seguro a casa.
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