13/05/2016/ABC/AJV
Se trata de la primera vez que es descubierta una momia del Egipto dinástico con tatuajes de objetos reales, como flores de loto en las caderas, vacas en el y babuinos en el .
Los tatuajes no son una de hoy en día. Los arqueólogos conocen desde hace tiempo algunos ejemplos de momias de miles de años de antigüedad que ya lucían en su piel algún tipo de dibujo, que se reduce generalmente a simples patrones de puntos o guiones. Pero este hallazgo es especial. Se trata de la primera vez que es descubierta una momia del Egipto dinástico con tatuajes de objetos reales, como flores de loto en las caderas, vacas en el brazo y babuinos en el cuello. Los expertos que los han analizado creen que no eran un mero adorno, sino símbolos sagrados cuyo objetivo consistía en aumentar los poderes religiosos de una mujer de hace más de 3.000 años.
Entre los tatuajes de la momia, llaman la atención los ojos de Horus, posibles símbolos de la protección contra el mal que adornan el cuello, los hombros y la espalda de la momia. «Desde cualquier ángulo que se mire a esta mujer, un par de ojos divinos te devuelven la mirada», dice a la revista Nature la bioarqueóloga Anne Austin, de la Universidad de Stanford en California, quien presentó los resultados de su investigación el mes pasado en una reunión de la Asociación Americana de Antropólogos Físicos.
Austin descubrió los tatuajes mientras que examinaba unas momias para el Instituto Francés de Arqueología Oriental, que lleva a cabo investigaciones en Deir el-Medina, el hogar de los antiguos artesanos que trabajaron en las tumbas del cercano Valle de los Reyes. La momia, sin brazos ni cabeza, data del 1300-1070 aC. Fue analizada bajo la luz de los infrarrojos, lo que ayudó a descubrir más de treinta tatuajes, incluyendo algunos que habían sido oscurecidos por las resinas utilizadas por la momificación y que eran invisibles al ojo humano.
Los expertos creen que los tatuajes identificados tienen un poderoso significado religioso. Por ejemplo, las vacas se asocian con la diosa Hathor, divinidad del amor, la alegría y la música en el antiguo Egipto, equiparable a la Afrodita griega. Es posible que los símbolos en la garganta y los brazos sirvieran para inspirar mágicamente a la mujer mientras danzaba o interpretaba canciones rituales.
Los tatuajes también puede ser una expresión pública de la religiosidad de la mujer, algo que nunca antes se había visto y que dejó «estupefactos» a los egiptólogos. Algunos están en zonas del cuerpo fuera del alcance de su dueña y probablemente su aplicación fue dolorosa, lo que significa que eran importantes para ella y que, seguramente, quería que sus coetáneos fueran conscientes de ello.
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