27/06/2025/Victor Gómez, El Crepuscular/Infobae/Animal Político/Eje Central
En los corredores de la criminalidad mexicana, la historia reciente parece escrita por pulsos de sangre, traiciones y pactos fugaces. Pero pocos tan inesperados como el que comienza a tejerse entre Los Chapitos, herederos del legado de Joaquín “El Chapo” Guzmán, y su hasta hace poco enemigo mortal: el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), liderado por el escurridizo y temido Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”.
La alianza llega en un momento de máxima tensión dentro del Cártel de Sinaloa, fracturado por una guerra interna entre dos bloques de poder: Los Chapitos —liderados por Iván Archivaldo Guzmán— y la facción de La Mayiza, encabezada por operadores leales a Ismael “El Mayo” Zambada. El enfrentamiento ha paralizado rutas, encendido focos de violencia en Sonora, Zacatecas y Sinaloa, y debilitado la hegemonía que el cartel ejercía desde hace décadas.
Según fuentes cercanas a agencias de inteligencia y reportes de campo, Iván Archivaldo habría buscado reforzar su brazo armado y su operatividad transnacional a través de una alianza táctica con el CJNG, una organización igual de poderosa, pero con ambiciones expansivas.
> “Este pacto puede cambiarlo todo. Estamos hablando de una posible fusión entre los dos cárteles con más presencia en los cinco continentes,” señala un oficial retirado de inteligencia militar, bajo anonimato.
Pero la maniobra es de alto riesgo. Mientras algunos operadores ven una oportunidad para aplastar a la Mayiza y restaurar la verticalidad en Sinaloa, otros advierten de una jugada de infiltración: ¿está ayudando el CJNG a Los Chapitos… o buscando devorarlos desde dentro?
Las preguntas no son menores. En el pasado, el CJNG ha desplegado tácticas similares en Tamaulipas, aliándose con facciones locales —como los Metros— para después absorberlas. La historia podría repetirse con los Guzmán.
Además, surgen dudas sobre la viabilidad de un liderazgo conjunto. ¿Quién mandaría en esta nueva estructura? ¿Oseguera o Guzmán? ¿Habrá repartición territorial o una jefatura única? Las heridas del pasado entre ambas organizaciones aún están frescas, y las tensiones internas no se han disipado.
La alianza tampoco ocurre en el vacío. Ocurre mientras EE. UU. endurece la presión sobre los cárteles mediante sanciones, extradiciones y operaciones de inteligencia, y mientras el gobierno mexicano atraviesa una transición política sin claridad en su estrategia de seguridad.
Mientras tanto, en los pueblos del norte, la violencia no cede. Narcomantas, ejecuciones y desplazamientos masivos ya son parte del paisaje. En ese tablero, el nuevo eje Chapitos-CJNG podría redefinir la geografía del crimen —o hacerla más inestable que nunca.
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