25/03/2017/AFP / LR
Venezuela será nuevamente epicentro de debates en el seno de la Organización de Estados Americanos, con dos reuniones extraordinarias pautadas al inicio de la semana próxima, en medio de una creciente presión continental al presidente Nicolás Maduro.
Para el martes las representaciones diplomáticas de 18 países, incluyendo Canadá, Argentina, Brasil, Estados Unidos, México, Guatemala, Honduras, Jamaica y Uruguay, convocaron una reunión del Consejo Permanente para «discutir la situación» en el país suramericano, sumido en una profunda crisis política y económica.
A petición de Caracas, la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, hablará el lunes ante ese foro de los 34 países de la organización, con sede en Washington.
La OEA informó de las sesiones en dos escuetas notas, sin detallar el contenido de las presentaciones.
Pero la puesta en escena en la organización hemisférica ya se asomaba desde la semana pasada, cuando el secretario general, Luis Almagro, quien este martes equiparó a Venezuela con una «dictadura», emitió un voluminoso informe de 75 páginas en el que recomendó suspender del organismo continental al país en caso de que no convoque en breve elecciones generales «libres, justas y transparentes».
Además, 14 países americanos suscribieron el jueves una declaración conjunta urgiendo a Venezuela a liberar sus «presos políticos», devolver todas las facultades al Parlamento controlado por la oposición y convocar elecciones de gobernadores que habían sido postergadas indefinidamente el año pasado.
Los comicios presidenciales están previstos para diciembre de 2018.
– «Régimen non gratum» –
Los países firmantes de la declaración componen los 18 que convocan la sesión del Consejo Permanente: un número clave -la mitad más uno de los 34 miembros de la OEA-, que garantizaría los votos suficientes para sostener el debate.
Almagro expresó su respaldo a la declaración y llamó a otras naciones a sumarse, señalando que «la recuperación de la institucionalidad democrática en Venezuela es tarea de todos los países de la región».
«Me permito alentar a la unidad de los gobiernos de la región a continuar y profundizar el esfuerzo colectivo para volver a contar con una Venezuela democrática en la OEA», apuntó en un comunicado.
Almagro dijo estar «plenamente de acuerdo» con los 14 países en que la expulsión de un país miembro «es el último recurso».
Pero en un artículo publicado el viernes en el diario estadounidense The New York Times mostró menos paciencia, afirmando que «si Venezuela no retoma un camino democrático dentro de un mes, debe ser suspendido de la OEA».
La exclusión de Venezuela del concierto de naciones democráticas del continente enviaría un claro mensaje a diplomáticos e inversionista en el mundo, dijo Almagro: el país se volvería un «régimen non gratum».
Según el diplomático, «si el gobierno de Maduro quiere evitar las consecuencias potencialmente desastrosas de una suspensión, debe hacer un verdadero compromiso con la democracia y tomar medidas claras para restablecerla».
«Exigir esto es nuestra obligación moral», añadió.
En respuesta, Maduro, en el poder desde 2013, ha dirigido a Almagro una letanía de insultos y lo acusa de promover una «intervención internacional» en su país.
La canciller venezolana Delcy Rodríguez regresará a la OEA por primera vez desde el 23 junio del año pasado, cuando intentó sin éxito impedir la presentación de la primera parte del demoledor informe de Almagro, en el marco de la Carta Democrática Interamericana.
Desde esa fecha, los gobiernos están en un periodo de «apreciación colectiva» sobre la situación interna en Venezuela.
Antiguos gobiernos amigables como Brasil y Argentina han criticado abiertamente a Maduro, y un grupo de 15 países presionó por la realización de un referendo revocatorio del mandato del presidente venezolano que la oposición empujaba y que fue finalmente suspendido.
Pero Maduro aún cuenta con el apoyo de aliados importantes, principalmente la docena de países del Caribe a los que Venezuela ha por años suministrado petróleo en condiciones preferenciales.
Venezuela, el país con las mayores reservas petroleras del mundo se contrajo 11,3%, según una consultora, se registran fallas en el suministro de gasolina y los más pobres desafían el hambre viviendo de las sobras.
El Parlamento, controlado por la oposición, fue declarado en desacato por el máximo tribunal de justicia y un centenar de dirigentes opositores están presos.
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