03/02/2016/EFE /YR
Es sólo un pequeño y juguetón flexo que da botes, pero el público ya identifica a Luxo Jr. saltando sobre las letras de Pixar como un sinónimo de cine de calidad y deslumbrantes fantasías animadas gracias al de la compañía pionera de la , que cumplió hoy 30 años.
Casi tan reconocible como el rugido del león que anticipaba los filmes del estudio Metro Goldwyn Mayer, la lámpara Luxo Jr., el logo de Pixar, ha servido de introducción en los últimos años a algunas de las películas más fascinantes y reconocidas de la historia de la animación, como «Toy Story», «Up», «Finding Nemo» o la reciente «Inside Out».
La compañía no sólo fue una visionaria a la hora de abrir para la animación digital y los efectos producidos por ordenadores sino que además supo atraer hábilmente a espectadores de todas las edades, ya que tanto niños como adultos han caído rendidos a los encantos de sus películas.
Pixar se constituyó como tal el 3 de febrero de 1986, después de que el gurú y líder de Apple Steve Jobs la comprara, pero los orígenes de la compañía son anteriores y se relacionan con otro genio, el cineasta y creador de «Star Wars» George Lucas.
En 1979 Ed Catmull fue el escogido para encabezar la división de Lucasfilm encargada de explorar la tecnología de los ordenadores y sus aplicaciones en el cine.
Cuatro años después desembarcaría John Lasseter, que se convertiría en una de las figuras claves de la trayectoria de Pixar, y con él llegaría el cortometraje «The Adventures of André and Wally B.» (1984).
Tras la compra de la división por parte de Steve Jobs en 1986, Pixar se establece como una compañía independiente y empieza a desarrollar cortometrajes cada vez más complejos hasta crear en 1995 su primer largometraje, «Toy Story».
Con el sheriff Woody y el héroe espacial Buzz Lightyear, y su inolvidable grito «¡Hasta el infinito y más allá!», «Toy Story» se convirtió en un éxito mundial que disparó a Pixar gracias a una historia sobre la vida secreta de los juguetes que explotó no sólo la magia e imaginación de los niños, sino que también enganchó a los adultos a través de la nostalgia y los recuerdos infantiles.
Pero «Toy Story» sólo fue el comienzo de una filmografía que continuaría con «A Bug’s Life» (1998), «Monsters Inc.» (2001), «Finding Nemo» (2003) o «The Incredibles» (2004) y que hasta la fecha acumula dieciséis largometrajes en total.
Pixar amplió su paleta temática y estilística y produjo filmes de guión sencillo y destinados al público infantil, como «Cars» (2006), pero también películas mucho más ambiciosas que podían ser una incisiva pero humorística mirada al mundo de la alta cocina («Ratatouille», 2007) o un agridulce retrato del paso del tiempo («Up», 2009).
El primer acto de «WALL-E» (2008), completamente sin diálogos y un homenaje genial a las comedias mudas de Charles Chaplin o Buster Keaton, o la fina y sorprendente disección de las emociones humanas en «Inside Out» (2015) mostraron además la constante evolución fílmica y narrativa de Pixar.
El respaldo de crítica y público fue casi siempre unánime, con algunos patinazos como «The Good Dinosaur» (2015), de manera que películas como «Toy Story 3» (2010), con 1.063 millones de dólares, «Finding Nemo», con 936 millones, e «Inside Out», con 857 millones, figuran entre los cincuenta filmes más taquilleros de la historia en todo el mundo, sin tener en cuenta la inflación.
Pixar fue adquirida por su socio habitual Disney en 2006 por un total de 7.400 millones de dólares.
Para el futuro, Pixar plantea las continuaciones de algunas de sus películas más conocidas como la secuela de «Finding Nemo», que se titulará «Finding Dory» y que se estrenará en junio de 2016.
En 2017 se espera que lleguen a los cines la tercera parte de «Cars» así como «Coco», un filme cuya trama girará en torno a la celebración mexicana del Día de los Muertos, mientras que en 2018 aterrizará la cuarta entrega de «Toy Story» y en 2019 se estrenará la secuela de «The Incredibles».
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