26/12/2015/Extremistas sunitas durante un entrenamiento cerca de Damasco / Reuters / Mohammed Badra
Nacido de manera artificial por deseo de las potencias vencedoras en la Primera Guerra Mundial, el actual Oriente Medio existió mientras las grandes potencias estaban interesadas en su preservación. Pero ahora su aspecto ha cambiado para siempre.
Nacido sobre las ruinas del Imperio otomano después de la Primera Guerra Mundial, el actual Oriente Medio ha existido hasta que a las potencias les ha interesado su preservación, sugiere el historiador y periodistas ruso Maxim Artémiev en su artículo analítico en el portal Slon dedicado al futuro mapa político de la región.
El analista destaca que lo más importante en este momento es que desde hace algunos años el actual mapa de Oriente Medio no se corresponde con la realidad política. Han dejado de existir Siria e Irak, dando lugar al surgimiento de «entidades cuasi gubernamentales» que no están representadas en el mapa pero que existen en la realidad.
«Oriente Medio ha existido hasta que a las potencias les ha interesado su preservación»
A día de hoy, después de la invasión estadounidense de Irak en 2003 y de la Primavera Árabe de 2011, todo ha cambiado. Los regímenes autoritarios fuertes que mantenían el orden en Libia, Irak y Siria cayeron y fueron reemplazados por una anarquía y un caos en los que, como en el protoplasma primario, han surgido nuevas formaciones estatales.
Los antecedentes de la crisis
La Conferencia de San Remo en 1920 y el Tratado de Lausana en 1923 determinaron el destino de las tierras árabes que formaban parte del Imperio otomano. Sobre sus ruinas surgieron, de manera totalmente artificial y con fronteras trazadas por las grandes potencias, Siria, Irak, Jordania, Líbano y Arabia Saudita.
Pero ya entonces los colonizadores colocaron minas que explotaron mucho más tarde. La inclusión en Siria de la zona costera de Latakia, poblada predominantemente por alauitas, dio al joven Estado sirio acceso al mar, pero exacerbó las relaciones interconfesionales, puesto que la minoría alauita, enérgica y persistente, ha dominado la política de Siria desde los años 60, provocando la animosidad y la envidia de los sunitas locales.
«La inclusión en Siria de la zona costera de Latakia, poblada predominantemente por alauitas, dio al joven Estado sirio acceso al mar, pero exacerbó las relaciones interconfesionales»
Si la existencia del Estado sirio tiene cierta antigüedad, Irak es un invento sin ningún precedente en la historia. Irak también se convirtió en un país compuesto: dos terceras partes de los árabes son chiíes, y la tercera parte restante, sunitas. Además, el norte del país está poblado por kurdos, que profesan varias religiones, y en el país viven también cristianos asirios.
Como resultado, casi de inmediato después de la formación del país comenzó la sublevación de los kurdos, que duró casi toda la historia de Irak. Los kurdos se convirtieron en el grupo étnico que más perdió después del nuevo reparto colonial de Oriente Medio.
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