23/07/2016/20minutos/EA
Con el mundo dividido entre los fans de Pokémon Go y quienes detestan este juego y toda la fiebre desatada a su alrededor -la tercera opción es que alguien viva en una galaxia paralela y no le suene de nada el tema-, todos los sectores quieren apuntarse a la que, sin duda, es la moda del verano. Incluidos los restaurantes, claro.
Aunque de entrada pueda parecer difícil unir la caza de estos bichos virtuales y sus batallas con la gastronomía, todo es cuestión de echarle un poco de imaginación al asunto. Sin ir más lejos, la imagen de una niña que ha montado en la calle su propia tienda aprovechando que quedaba cerca una denomina Poképarada -sí, el juego tiene su propio lenguaje y suena bastante absurdo- ha sido la sensación durante las últimas horas en las redes.
Pokéstop Shop, así ha bautizado esta pequeña emprendedora a su puesto con patatas fritas y limonada, al más puro estilo americano. Está por ver el éxito de ventas, pero de momento ha salido en todos los medios del planeta.
En Estados Unidos, donde el juego se estrenó hace ya unas semanas y el nivel de histeria es mayor que en Europa, muchos bares y restaurantes han optado por comprar Pokémons para convertirlos en un señuelo que atraiga a clientes a sus locales. Según recoge The Guardian, una pizzería que usó este sencillo truco vio como su clientela aumentaba en un 75% durante el fin de semana.
Pizarras que anuncian la presencia de estos animalillos en vez del menú del día, o promesas de descuentos a quien cace algo y lo comparta en las redes sociales se están convirtiendo en algo habitual al otro lado del Atlántico.
Tal y como explica este mismo medio, muchos locales se han dedicado a repetir por las redes sociales que cerca del restaurante en cuestión, o dentro, hay Pokémons, para que los cazadores acudan hasta allí. Incluso los propietarios de un restaurante comentaban sorprendidos que entre las críticas que habían recibido en los últimos días, un cliente protestaba porque no había Pokémons.
Convencer a los jugadores -perdón, entrenadores Pokémon- que llegan atraídos por la caza de que además se tomen algo o coman ya será otro tema, pero de entrada parece mejor idea que jugarse la vida cerca de un precipicio o meterse en un lago donde lo mismo encuentras un primo de Pikachu que un cadáver. No es una forma de hablar, eso fue exactamente lo que le pasó hace unos días a unos jugadores en San Diego. Efectivamente, la lista de anécdotas y accidentes relacionados con los Pokémons es interminable y promete seguir creciendo.
Pero sin duda es en Japón donde mejor dominan este mundo de la gastronomía friki. Ya en 2014 un restaurante pop up dedicado a Pikachu fue toda una sensación, así que no hay ninguna duda de que cuando el juego se estrene allí la locura se desatará. Sin ir más lejos, las noticias sobre el acuerdo entre Nintendo y McDonald’s para convertir 3.000 locales de la multinacional en gimnasios Pokémon ha hecho que las acciones de la cadena de restaurantes se disparen en bolsa.
Está por ver cómo reacciona el sector hostelero español, donde el fenómeno Pokémon también está pegando fuerte. ¿Quién será el primero en lanzar un menú temático, en vender bocadillos de Pikachus o en un pintxo dedicado? ¿Llegaremos a ver un capítulo de Pesadilla en la Cocina dedicado a algún restaurante que sucumbió a la moda y se convirtió en centro de unión para estos cazabichos?
Estaremos atentos, porque todo hace pensar que este verano tocará comerse unos cuantos Pokémons.
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