02/05/2025/Victor Gómez, El Crepuscular/cnn
En un ambiente cargado de discreción y bajo estrictas condiciones de seguridad, un hombre que se identifica únicamente con el alias “Pablo” ha otorgado detalles inéditos sobre la producción clandestina de fentanilo en territorio mexicano. Durante la entrevista, realizada en un residencial de Culiacán, el entrevistado describió cómo, pese a la creciente presión de las autoridades y la designación reciente del Cártel de Sinaloa como organización terrorista extranjera por parte del gobierno de Estados Unidos, la operación continúa en la sombra.
En un escenario que bien podría pertenecer al submundo, “Pablo” explicó que la fabricación de fentanilo se efectúa en pequeños “laboratorios móviles” gestionados de forma inteligente para evitar redadas imprevistas. La estrategia, según sus declaraciones, consiste en producir cantidades reducidas, lo que permite mantener la agilidad operativa y minimizar riesgos ante las operaciones coordinadas del ejército y la Guardia Nacional. Entre los elementos descritos durante la entrevista destacan el uso de equipos compactos —o “reactores” de menor escala— y la constante reubicación de las instalaciones para evadir vigilancia.
El entrevistado señaló que, a pesar del agravado contexto de seguridad, “las cosas son tristes, pero hay que continuar… las familias tienen que comer”. Estas palabras reflejan no sólo la presión económica que empuja a la organización a mantener algunos procesos operativos, sino también el difícil equilibrio entre la violencia y la supervivencia en una región donde la presencia de cárteles ha marcado la vida diaria de muchos.
La revelación se produce en medio de una ofensiva intensificada por parte del gobierno mexicano, que, junto a fuerzas armadas y miembros de la Guardia Nacional, ha desplegado operativos en Sinaloa y en la zona fronteriza. Durante los primeros seis meses de la actual administración, las autoridades han reportado el arresto de más de 17,000 personas por delitos de alto impacto y el decomiso de cientos de toneladas de diversas drogas, incluyendo importantes cantidades de fentanilo. Además, la presión internacional, en especial por parte de Estados Unidos, ha obligado a los cárteles a adoptar metodologías de producción más dispersas y de corta duración en cada ubicación.
En este complejo panorama, donde el traspaso de precursores químicos —provistos en su mayoría por proveedores internacionales— se traduce en la manufactura de pastillas y líquidos letales, la entrevista “cara a cara” ofrece una mirada directa a la cruda realidad del narcotráfico actual y los desafíos que enfrentan las autoridades para combatirlo.
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