01/11/2024/Zurab Tsertsvadze / AP/rt
Los manifestantes están indignados por la decisión del Gobierno de congelar hasta 2028 las negociaciones para adherirse a la UE.
Las manifestaciones que un día más han tenido lugar en la capital georgiana, Tbilisi, han acabado adquiriendo un carácter violento.
Se han registrado enfrentamientos entre los protestantes y las fuerzas del orden que impedían que la multitud irrumpiera en el Parlamento.
Los agentes utilizaron cañones de agua para ahuyentar a la multitud del edificio gubernamental, mientras los manifestantes presentaron resistencia y lanzaron petardos contra la Policía y contra los guardias y funcionarios que permanecen en el Parlamento.
Después de que los manifestantes atacaran a las unidades de seguridad, las fuerzas especiales intervinieron y tomaron el control del área frente al edificio.
Mientras tanto, en las calles de la urbe se continuó lanzando pirotecnia a la Policía. A su vez, las fuerzas del orden empezaron a utilizar gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes y han llevado a cabo algunos arrestos.
Al ser expulsados del territorio cercano al Parlamento, los protestantes se concentraron en la avenida Rustaveli, situada en el centro de la capital georgiana. En el lugar se han levantado algunas barricadas.
La presidenta se niega a dejar el cargo
La presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, ha anunciado este sábado que no renunciará a su cargo pese a que su mandato expira en diciembre. La mandataria declaró que no reconoce la legitimidad del Parlamento recién formado y planea permanecer en el cargo hasta nuevas elecciones.
«Sigo siendo su presidenta. No hay un Parlamento legítimo, por lo tanto, un Parlamento ilegítimo no puede elegir un nuevo presidente; por lo tanto, no habrá investidura y mi mandato continuará hasta que haya un Parlamento legítimamente elegido, que elegirá legítimamente a quien me reemplazará», sostuvo Zurabishvili.
La semana pasada, la mandataria presentó una demanda ante el Tribunal Constitucional para declarar inconstitucionales los resultados finales de las elecciones del 26 de octubre. Según sus datos, hubo una infracción de los principios de universalidad y secreto de la votación.
«También cuestionamos la constitucionalidad de las normas que obligan a los parlamentarios a pasar por un procedimiento de reconocimiento de sus poderes», comunicó su portavoz, Eka Beselia. Asimismo, Zurabishvili propuso convocar a nuevas elecciones parlamentarias para salir de «una situación muy grave». Mientras tanto, el primer ministro, Irakli Kobajidze, recordó en una reunión con otros miembros del Gobierno que el oficialismo había ganado con un margen de más de 325.000 votos respecto al conjunto de la oposición radical.
No habrá Maidán
Asimismo, Kobajidze aseguró este sábado que Georgia no vivirá acontecimientos similares a los de Ucrania en 2013, cuando después de la suspensión de la asociación con la Unión Europea se desataron las protestas conocidas como Maidán.
«A lo largo de tres años, ciertos políticos y burócratas europeos que no lograron ucranizar a Georgia intentaron constantemente utilizar el estatus de candidato [a la adhesión a la UE] y la apertura de negociaciones para debilitar al país, profundizar la llamada polarización y dividir artificialmente a la sociedad«, sostuvo en una conferencia de prensa.
En sus declaraciones, el primer ministro hizo hincapié en que los principales responsables de la violenta protesta que tuvo lugar el 29 de noviembre son «políticos europeos, burócratas, agentes locales y la quinta columna, representada por cuatro partidos políticos».
«Los radicales y sus patrocinadores extranjeros intentan siempre encontrar una excusa para intentar perturbar el orden y ucranizar Georgia. Todavía no han reconocido que, a diferencia de Ucrania en 2013, Georgia es un Estado independiente con instituciones fuertes y, lo que es más importante, gente experimentada y sabia, cuya fuerza no puede ser quebrantada. Ningún escenario tipo Maidán tendrá éxito en Georgia«, reiteró.
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