11/01/2016/Mejor con salud/AJV
Aunque muchas lo ignoran, los nutrientes que se absorben a través de determinadas participan en la regulación de la flora que alberga bacterias benignas, responsables de combatir aquellos patógenos que son perjudiciales. Hay unos en especial que pueden contribuir a mantener su buen estado para evitar molestias y malos olores. ¿Te gustaría conocerlos?
El de la zona íntima de la es fundamental para evitar el desarrollo de infecciones, irritación o alteración en su pH natural.
Al tratarse de un área tan delicada es importante prestarle atención en todos los aspectos posibles, haciendo énfasis en la higiene y el tipo de alimentación.
1. Agua
¡Así es! Tan simple como tomar una buena cantidad de agua al día. Este alimento esencial para la vida es la mejor forma de hidratar el organismo y apoyar las funciones del cuerpo.
Su consumo diario es muy bueno para conservar el moco cervical y facilitar la lubricación de la zona; además, mantiene el pH regulado para prevenir esos olores indeseados.
2. Yogur natural
Las infecciones bacterianas atacan con más frecuencia las partes íntimas de las mujeres porque la flora tiende a alterarse con mucha facilidad en respuesta a ambientes inapropiados.
El consumo diario de yogur natural, e incluso su aplicación directa en la zona, le aporta probióticos naturales que resultan esenciales para restaurar el equilibrio del pH vaginal.
3. Jugo de arándanos rojos
La riqueza en antioxidantes que proporcionan los arándanos rojos hace que sean un alimento protector de la salud.
Estos combaten los radicales libres y tienen la capacidad de estimular la eliminación de toxinas que generan enfermedades.
En el caso de la zona V, estabilizan el pH natural y fortalecen la respuesta inmunológica contra los virus que ocasionan infecciones en todo el sistema urinario.
4. Soja
Este alimento es muy bajo en calorías, apoya la dieta y también es saludable con la zona vaginal. Sus nutrientes aumentan la producción de lubricante natural y conservan el ambiente apropiado para el equilibrio del pH.
5. Ajo
Este popular bulbo medicinal es un gran protector contra las infecciones y alteraciones de la vagina, ya que cuenta con propiedades antimicrobianas y antifúngicas.
Comerlo crudo es la forma más apropiada de absorber al máximo sus cualidades, en especial cuando se desea luchar contra alguna afección.
6. Quinoa
La quinoa es una fuente vegetal de proteína que contribuye a mejorar el rendimiento físico en todo tipo de actividades físicas, incluyendo la sexual.
Sus aportes significativos de magnesio, fósforo y manganeso actúan sobre el área vaginal para acabar con la sequedad.
7. Semillas de chía
La fibra y sus ácidos grasos esenciales favorecen la eliminación de sustancias de desecho albergadas en el colon para desequilibrar ese ambiente en que se proliferan bacterias como la Candida, responsable de gran parte de las infecciones vaginales.
8. Espinacas
Las espinacas son versátiles, medicinales y cuentan con muchos nutrientes que participan en varias tareas del organismo.
Destacan por su contenido de:
Niacina.
Proteínas.
Vitaminas A, C, E, K y B6.
Riboflavina.
Minerales como calcio, hierro, zinc, manganeso, fósforo, potasio y magnesio.
Estas sustancias esenciales previenen las infecciones y conservan la salud vaginal para reducir la sequedad y los malos olores.
9. Harina de coco
Es una opción alternativa y saludable que remplaza aquellas refinadas que suelen causar trastornos de salud cuando se comen con frecuencia.
Contiene enzimas y grasas saludables que facilitan su digestión mientras promueven el aumento de las bacterias buenas que protegen el cuerpo de infecciones.
10. Frutos secos
Estos deliciosos frutos que calman el hambre de una forma saludable también contribuyen a aliviar y prevenir la sequedad de la zona vaginal.
Este beneficio se debe a su aporte significativo de vitamina E, esencial para una adecuada lubricación.
También son ricos en zinc, un mineral que controla los ciclos menstruales al regular la actividad de las hormonas.
¡Para tener en cuenta!
El consumo de todos estos alimentos es un apoyo para mantener la salud íntima, pero no son lo único que se puede hacer.
A menudo las infecciones y demás alteraciones en la zona están causadas por el uso de algún producto químico inapropiado, la ropa interior demasiado ajustada o la falta de higiene.
Es determinante revisar todos estos factores y procurar que sean lo más adecuado posibles. No hay que esperar a que los virus y bacterias ataquen: el momento de cuidarla es ahora mismo.
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