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55 años del vuelo de Gagarin: Historias poco conocidas sobre el hito y el héroe

21/04/2016/RT

«La Tierra es la cuna de la humanidad, pero no se puede vivir siempre en una cuna». Estas palabras de Konstantín Tsiolkovski, uno de los padres visionarios de la cosmonáutica, inspiraron y prepararon una era que marcaría la historia soviética y mundial: la conquista del espacio.

El 12 de abril de 1961 el piloto soviético Yuri Gagarin completó una órbita alrededor de la Tierra de 108 minutos en la nave espacial Vostok-1, convirtiéndose en el primer ser humano en viajar al espacio.

Hoy prosigue la exploración espacial con decenas de miles de satélites girando alrededor de la Tierra y sondas espaciales enviadas a Marte, Venus, Júpiter o Saturno, o que incluso ya han abandonado el sistema solar para ampliar los horizontes de nuestro conocimiento sobre el universo.

Pero a pesar de todos los avances del ser humano en el espacio, Yuri Gagarin sigue siendo una figura especial no solo para aquellos que han dedicado su vida a los vuelos espaciales, sino para toda la humanidad. La persona que hace 55 años abrió la puerta hacia lo desconocido.

Para conmemorar esta fecha, nos gustaría recordar a Gagarin y compartir algunas historias y hechos poco conocidos sobre cómo fue el primer viaje tripulado al espacio exterior y cómo era el primer hombre que lo protagonizó.

¿Quién y cómo era Gagarin?

Yuri Gagarin nació en 1934 en una pequeña localidad cerca de la ciudad de Gzhatsk (actualmente Gagarin), en la provincia de Smolensk (centro de Rusia). Su padre era carpintero y su madre criadora de animales. Yuri tenía dos hermanos y una hermana. «La familia en la que nací es ordinaria, no se diferencia de los millones de familias de trabajadores de nuestra patria», escribió el cosmonauta.

Cuando terminó la escuela, Yuri decidió formarse como obrero y luego continuar su educación. En una escuela técnica aprendió el oficio de fundidor (profesión de la que se sintió orgulloso durante toda su vida). Fue obrero metalúrgico hasta 1954, cuando se apuntó al aeroclub de la ciudad de Sarátov, donde arrancó su carrera como piloto.

En 1955 Yuri Gagarin fue llamado para realizar el servicio militar en el Ejército soviético e ingresó en la Escuela Militar de Pilotos de Oremburgo, región de los Urales. Al ponerse el uniforme de piloto, Gagarin entendió que toda su vida estaría vinculada con el cielo.

En Oremburgo conoció a su futura esposa, Valentina Goriácheva, que estudiaba en un colegio médico y atendía en la cantina de la escuela militar de pilotos donde estudiaba Gagarin. En 1959 se casaron y tuvieron dos hijas: Yelena (1959) y Galina (1961).

A finales de 1959 el piloto de caza Yuri Gagarin fue incluido en el grupo de candidatos a cosmonauta, superando exitosamente todas las pruebas. A principios de marzo de 1960 entró en el grupo e inició los entrenamientos.

Por qué Gagarin fue ‘el elegido’

En principio nadie podía saber cuál de los 20 jóvenes pilotos seleccionados para la preparación del primer vuelo cósmico abriría para la humanidad el camino a las estrellas. A medida que se perfilaban los detalles de este vuelo, se formó un grupo de seis personas que empezaron el entrenamiento con un programa diferente. Uno de los compañeros de entrenamiento de Gagarin fue Guerman Titov, el segundo cosmonauta. Todo el grupo se preparaba para los futuros vuelos espaciales, pero había que elegir a un único piloto para el primer vuelo de la historia.

Titov destacó como uno de los mejores tanto en las clases teóricas como en las pruebas. Tenía una gran experiencía, pues acumulaba 240 horas de vuelo, y había prestado servicio en la división de defensa aérea del Distrito Militar de Leningrado. Además, su salud, una altura y un peso ideales, contando además con una resistencia envidiable. Entonces, ¿por qué eligieron a Gargarin para el primer vuelo? Existen varias teorías y leyendas al respecto.

Según una de las versiones, nueve meses antes del legendario vuelo los seis mejores pilotos soviéticos se reunieron con Serguéi Koroliov, el responsable del programa espacial del país, que les mostró la primera nave espacial. Koroliov preguntó: «¿Quién quiere conocer la cabina?». «¿Me permite?», se adelantó Yuri Gagarin, que se quitó los zapatos y subió la escotilla. Koroliov dio un suave codazo a su asistente y le dijo: «Este, creo, volará el primero».

Según otra versión, el factor decisivo fue la honestidad de Gagarin. Koroliov estaba muy preocupado por el problema de la elección, por lo que decidió hablar en privado con cada uno de los candidatos.

Entre otras preguntas rutinarias sobre la salud y la moral, Koroliov les preguntó a los pilotos cómo se sentían durante las pruebas en la centrifugadora, a lo que todos respondieron que bien.

Todos menos Gagarin, que contestó así al jefe del programa espacial: «Serguéi Pávlovich, esta es la prueba más difícil para mí, ¡maldita sea esta pieza de hierro!». El cosmonauta añadió que después de la prueba en la centrifugadora «apenas podía mantenerse en pie».

Parecería que una respuesta así debería acabar con la carrera del cosmonauta, pero sucedió al revés: Koroliov no solo no se mostró decepcionado, sino que se decidió y, en este momento, eligió a Gagarin.

«¿Que si estoy feliz de partir al espacio? Claro que estoy feliz: en todos los tiempos y épocas la máxima felicidad de la gente fue participar en nuevos descubrimientos. Toda mi vida me parece un momento maravilloso», admitió Gagarin poco antes del despegue.

El 12 de abril de 1961, a las 9.07, se dio la orden y empezó el lanzamiento del cohete espacial Vostok-1. En el aire se escuchó la voz de Yuri Gagarin: «¡Poyéjali!» (‘¡Vámonos!’). Pasados tres minutos, el primer cosmonauta de la historia dijo: «Veo la Tierra… ¡Qué belleza!».

Seis hechos poco conocidos sobre el vuelo del Vostok-1

1. Dos reservas

No solo uno, sino dos posibles suplentes acompañaron a Gagarin hasta la nave espacial. El primero y el más conocido fue el piloto de combate y cosmonauta soviético Guerman Titov.

El 8 de abril de 1961 se eligió a Gagarin como piloto de la Vostok-1, mientras que Titov se quedó en calidad de reserva por si fallaba el primero. Cuatro meses después, el 6 de agosto de 1961, Titov finalmente se convertiría en la segunda persona en orbitar la Tierra –en la nave Vostok-2– así como en la más joven en volar al espacio. Asimismo, estableció un primer récord de duración de vuelo (un día).


En la foto puede apreciarse a German Titov y Yuri Gagarin tomando vacaciones en Crimea.

El 12 de abril de 1961, Titov, también vestido con el traje de cosmonauta, acompañó a Gagarin hasta el cohete. No obstante, hubo también otro suplente, Grigori Nelyubov. A diferencia de Gagarin y Titov, este no llevaba traje espacial, pero estaba listo para realizar el vuelo en caso de ‘circunstancias especiales’.

2. Carta de despedida

Dos días antes del vuelo al espacio, Yuri Gagarin escribió una carta de despedida a su esposa, Valentina, para que le fuera entregada en caso de ocurrir una desgracia.

En la carta Gagarin comparte su alegría por haber sido elegido para la misión: «Hoy la comisión gubernamental ha decidido enviarme al espacio el primero. No sabes, querida Valiusha, lo feliz que estoy, quiero que vosotras lo estéis también conmigo. A una persona de a pie le han encargado una tarea de Estado tan grande: ¡allanar el camino al espacio!».

«¿Puedo soñar con algo mayor? ¡Esto es historia, es una nueva era! En un día despega mi vuelo», agrega Gagarin.

Sin embargo, en otro momento aparecen notas algo más preocupantes: «Creo en la técnica completamente. No debe fallar. Pero a veces pasa que un hombre se cae en el lugar más inesperado y se parte el cuello. Aquí también puede suceder algo. Pero no lo creo. Si pasa algo, te pido, Valiusha, que el dolor no te mate».

En 1961 la carta de despedida no fue necesaria, pero la mujer de Gagarin la recibió después del accidente aéreo del 27 de marzo de 1968 en el que murió el primer cosmonauta de la historia.

3. Modo automático

El equipo que preparó el viaje temía por la salud mental de Gagarin, ya que tendría que enfrentarse a una situación desconocida. Algunos médicos creían que la vista del cosmonauta no podría enfocar un punto en el ilimitado abismo especial, y el cosmonauta podría correr el riesgo de enloquecer.

Por lo tanto, la navegación manual de la nave estaba bloqueada. No obstante, antes de zarpar Gagarin recibió un sobre con un código secreto para desbloquear el sistema en caso de emergencia.

La cifra 25 se mantuvo en el más estricto secreto. Sin embargo, como se descubrió después, casi todos los que la sabían le ‘susurraron’ el codigo a Gagarin antes del vuelo. ¿Por qué? Porque confiaban en él de forma incondicional.

4. Tres mensajes

Inicialmente, se grabaron tres mensajes con los que debía dirigirse el primer cosmonauta al pueblo soviético antes del lanzamiento. El primero fue pronunciado por Yuri Gagarin, y dos más, por los pilotos de reserva, Titov y Nelyubov.

De la misma manera, se habían preparado tres mensajes de la agencia TASS sobre el primer vuelo de un humano al espacio: para el caso de que el vuelo tuviera éxito; para la posibilidad de que el cosmonauta cayera en otro país, así como para un eventual desastre.


En esta foto se observa el despegue del primer cohete espacial Vostok 1 que llevaba al primer cosmonauta (Yuri Gagarin) al espacio el 12 de abril de 1961.

Las tres versiones del comunicado habían sido colocadas en tres paquetes y posteriormente fueron enviadas a la radio, la televisión y la agencia TASS, con la indicación de abrir uno de los paquetes solo tras una llamada especial del Kremlin. De hecho, fue el único caso en la historia de la cosmonáutica en que se prepararon tres escenarios (después solo se preparaba la opción ‘solemne’).

5. A punto de producirse el desastre

Antes del vuelo de la Vostok-1 surgió una emergencia: durante la prueba de hermeticidad un sensor no emitió la señal esperada. Como quedaba muy poco tiempo para el despegue, un problema de este tipo ponía en riesgo toda la misión.

Entonces, el diseñador principal de Vostok-1, Oleg Ivanovski, con su brigada, demostró una pericia fantástica, al desenroscar en pocos minutos las tuercas, comprobar y ajustar el sensor y volver a cerrar la escotilla. A continuación la prueba se realizó correctamente, y el lanzamiento se inició a la hora programada.

6. «¡Estoy ardiendo, adiós, camaradas!»

Durante la fase final del vuelo de Yuri Gagarin dejó caer una frase sobre la que durante mucho tiempo prefirieron no escribir nada: «¡Estoy ardiendo, adiós, camaradas!»

El hecho es que por aquel entonces nadie tenía una idea clara de cómo sería el paso de una nave espacial a través de las capas densas de la atmósfera durante el descenso. Es por eso que al ver el fuego, Gagarin, como cualquier piloto, pensó que la nave espacial estaba en llamas y que dentro de unos segundos iba a morir, cuando de lo que se trataba en realidad era de fricción del revestimiento refractario con la atmósfera.

Después del vuelo

«Miraba ora al cielo, ora a la Tierra. Se discernían claramente sierras y grandes lagos. Incluso se veían campos. La vista más hermosa fue el horizonte: una banda pintada por todos los colores del arco iris que separaba la Tierra del cielo negro bajo la luz de los rayos del Sol. Se veía el abultamiento, la redondez de la Tierra. Parecía que toda ella estuviera ceñida por una aureola color azul claro, que a través del turquesa, el azul y el morado pasara al negro» (Y. Gagarin. ‘Camino al cosmos’). Así percibió la Tierra el primer ser humano en el espacio.

El 12 de abril de 1961 cambió para siempre la historia de la exploración espacial, marcando un antes y un después.

De la misma forma cambió para siempre el destino de Yuri Gagarin, ya que, a partir de aquel momento, su vida dejó de pertenecerle solo a él y a su familia, pasando a formar parte de la de millones de personas para las que se había convertido en un héroe, en una leyenda viva.

Por su hazaña Gagarin fue nombrado Héroe de la Unión Soviética, y condecorado con varios galardones siendo la Orden de Lenin el más importante de ellos. El primer cosmonauta de la historia pronto gozó de gran fama, no solo en Rusia, sino en todo el mundo. «La misión de la paz», como denominaron en la prensa la gira del primer cosmonauta por los continentes, duró dos años. Gagarin realizó numerosas visitas a otros países, 30 en total, reuniéndose con miles de personas, reyes y presidentes, políticos y científicos, artistas y músicos.


El cosmonauta Yuri Gagarin visita la Torre de Londres. La foto fue tomada en Londres, Reino Unido en julio de 1961.

Mitos sobre Gagarin

Gagarin no fue el primero

Uno de los mitos más persistentes en la historia de la cosmonáutica es que Gagarin no fue el primer hombre en ser lanzado al cosmos. Según este mito, habría tenido hasta 11 antecesores, pero todos sus vuelos fracasaron y los cosmonautas murieron, por lo que la URSS prefirió ocultar esta información y mantener en secreto todo lo referente a la cuestión.

Esta leyenda fue difundida en Occidente durante la Guerra Fría, cuando la URSS informaba muy escasamente al exterior sobre sus logros científicos en el proceso de exploración espacial (lo que era bastante lógico en aquella atmósfera de competición entre las dos potencias mundiales). Los nombres de los cosmonautas y los ingenieros se ocultaban y tan solo se podían encontrar en la prensa los nombres de algunos pilotos e ingenieros de pruebas que probaban la maquinaria y aparatos. No es sorprendente que algunos de estos apellidos aparecieran en la lista de cosmonautas supuestamente fallecidos elaborada por periodistas occidentales.


En la foto se puede ver en primer plano a Yuri Gagarin y a su reserva Guerman Titov, sentado detrás, dirigiéndose al cosmodromo de Baikonur el 12 de abril de 1961.

En total, entre 1957 y abril de 1961 la prensa extranjera recogió diez casos de presuntos fallecimientos de cosmonautas soviéticos y uno de graves heridas. Más tarde siguieron publicándose nuevos materiales sobre estos supuestos casos.

Las autoridades soviéticas no comentaban estos hechos. Más tarde los investigadores soviéticos y rusos probaron la inconsistencia de cada uno de los casos mencionados en la prensa extranjera (en algunos casos los cohetes fueron lanzados sin tripulación, mientras que en otros los apellidos aparecidos en los artículos en realidad se referían al personal de prueba y no a los cosmonautas, etc.).

Gagarin no murió y otros mitos sobre la muerte del cosmonauta

Según la versión oficial, Yuri Gagarin falleció en un trágico accidente ocurrido el 27 de marzo de 1968 mientras realizaba un vuelo de entrenamiento en un avión MiG-15 junto con el instructor de aviación Vladímir Serioguin. Durante el vuelo, los pilotos no informaron de ningún fallo en el funcionamiento pero, de repente, la comunicación se interrumpió y el avión se estrelló.

La comisión gubernamental creada especialmente para la investigación de las causas de la catástrofe estableció que el avión se estrelló a las 10.31 cerca de una pequeña población en la región de Vladímir (a unos 150 kilómetros al este de Moscú). Sin embargo, las principales conclusiones de la comisión fueron consideradas como secretas y se conocieron solo por los testimonios de sus integrantes al cabo de muchos años.

Existen varias hipótesis que explican el desastre, pero ninguna de ellas es aceptada universalmente. Entre un sinfín de versiones y teorías de la conspiración figuran las siguientes:

  • El líder soviético Leonid Brézhnev ordenó liquidar a Gagarin debido a que la popularidad de este había eclipsado el nombre del propio secretario general.
  • El cosmonauta fue eliminado ante las sospechas de que fuera agente de los servicios especiales occidentales.
  • Durante el vuelo el avión chocó con un pájaro o un globo meteorológico.
  • Los pilotos volaban en estado de ebriedad (versión que fue refutada por la investigación oficial al no detectarse alcohol en la sangre de los pilotos)
  • El avión cayó en la corriente generada por otro avión que volaba cerca, a consecuencia de lo cual el aparato de Gagarin perdió el control.
  • Marcianos u otras fuerzas extraterrestres raptaron a Gagarin.

También se barajó la hipótesis de que Gagarin no se estrelló en aquel avión. Según la primera versión de esta leyenda, Gagarin fue arrestado en secreto por el KGB, le hicieron una operación de cirugía plástica para cambiar sus rasgos y después lo ingresaron en un manicomio, donde murió. Según la otra versión, el mismo Gagarin habría tramado la catástrofe simulando su muerte y después habría vivido bajo un nombre falso en una pequeña aldea rusa. Finalmente existe otra hipótesis, según la cual Gagarin murió 18 días antes de la catástrofe durante el lanzamiento de una aeronave secreta en el marco del programa soviético de exploración lunar, siendo tramado el siniestro del avión para esconder la verdad.

¿Qué pasó en realidad?

En junio de 2013, tras 45 años de misterio en torno a la causa de la muerte de Gagarin y 20 años de lucha, el reconocido cosmonauta ruso Alexéi Leónov finalmente logró el permiso para divulgar los detalles de lo que le sucedió al legendario cosmonauta aquel trágico día.

La comisión estatal creada especialmente para la investigación de la tragedia concluyó que la tripulación del MiG-15UTI, conformada por Gagarin y Serioguin, trató de esquivar un objeto desconocido mediante una maniobra que provocó una barrena de cola y la posterior colisión con el suelo.

«Esta conclusión es creíble para un civil, pero no para un profesional. De hecho, todo ocurrió de manera diferente», aseguró Leónov, que quería que por lo menos la familia de Gagarin pudiera conocer la verdad. Según el informe desclasificado, el factor humano estuvo presente en el accidente: un caza Su-15 no autorizado volaba peligrosamente cerca.


Yuri Gagarin (a la izquierda) felicita al cosmonauta soviético Alexéi Leonov (a la derecha) después de un vuelo de entrenamiento en helicóptero el 1 de abril de 1966.

«En este caso, el piloto no siguió las reglas, descendió a una altitud de 450 metros. Lo sé porque yo estaba allí, oí el sonido supersónico y he hablado con testigos. Durante la postcombustión la aeronave pasó en las nubes a unos 10-15 metros cerca del aparato de Gagarin, mandándolo a una barrena a una velocidad de 750 kilómetros por hora», explicó el veterano cosmonauta.

Lo único que aún queda por saber es el nombre de aquel piloto. «Me dieron permiso para comunicar la verdadera causa con la condición de no nombrar a esa persona, que ahora tiene 80 años y actualmente está en un delicado estado de salud. Les prometí que guardaría el secreto», subrayó Leónov.

La muerte de Gagarin fue una tragedia a nivel nacional e internacional. Sin embargo, sigue vivo en los сorazones de la mayoría de los rusos, siendo uno de sus héroes más queridos.

El nombre de Gagarin lo lleva la ciudad cerca de la cual nació el primer cosmonauta, un cráter en la cara oscura de la Luna y un asteroide, así como un buque de investigación, el centro del entrenamiento de cosmonautas en la Ciudad de las Estrellas y un sinfín de calles, plazas y escuelas en toda Rusia. Gagarin es el protagonista de varias pelíсulas, poemas y сanсiones. En la memoria de todos los amantes del espaсio, de todos los que busсan aсerсarse a lo desсonoсido, de todos los que aсeptan los retos Yuri Gagarin sigue vivo.

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