23/08/2016/TresB
Bangladesh es uno de los países más pobres del mundo. Su población, unos 157 millones de personas, según los datos del Banco Mundial, vive en unas condiciones muy precarias y una parte muy importante de ella (más del 30%) viven por debajo de la línea de la pobreza. Además los sueldos son miserables y las condiciones laborales bordean la esclavitud con jornadas maratonianas que superan holgadamente las 8 horas.
Sin embargo, una de las cosas más llamativas es que la prostitución está legalizadacompletamente, pese a que el país es de mayoría musulmana (más del 90%). La fotógrafa Sandra Hoyn quiso documentar esta realidad y viajó al país cámara en mano.
Allí visitó el burdel de Kandapara y fotografió a sus residentes. Situado en la ciudad de Tangail, alberga más de 700 trabajadoras sexuales. Hoyn tuvo que ganarse la confianza de las prostitutas y después ya pudo fotografiarlas en un ambiente más íntimo.
Confiesa que una de las experiencias más duras fue ver a una chica de 15 años que no quería tener sexo con un cliente. Había llegado con un grupo de cuatro amigos más ytodos querían mantener relaciones con la menor. El proyecto se llama ‘The Longing of Others’ (los deseos de otros).
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