Buques anfibios se unen a destructores de EE.UU. que se acercan a Venezuela

Listen to this article

22/08/2025/Victor Gómez, El Crepuscular/infobae/El Nuevo Herald/vanguardia.com/La República

En los últimos días, Estados Unidos desplegó tres destructores de la clase Arleigh Burke hacia el sur del Mar Caribe, cerca de la costa venezolana, como parte de una operación contra organizaciones narcoterroristas designadas por Washington. Dos días después, se sumó un escuadrón anfibio compuesto por tres grandes buques de desembarco, reforzando la presencia militar en la región y ampliando las capacidades logísticas y de ataque rápido.

Destructores de guerra desplegados

USS Gravely (DDG-107): destructor guiado por misiles Aegis, especializado en guerra antiaérea, antisubmarina y antisuperficie.

USS Jason Dunham (DDG-109): equipo de combate de última generación, radar de amplio alcance y capacidad multimisión.

USS Sampson (DDG-102): plataforma móvil de ataque con helicópteros y vehículos blindados, capaz de operar de forma independiente o coordinada con otros grupos de tarea.

 

Buques anfibios y sus capacidades

USS San Antonio (LPD-17): transporta 699 marines y 360 tripulantes, aloja helicópteros CH-46 o MV-22 Osprey y hasta 14 vehículos de combate; armado con cañones de 30 mm y misiles RAM para defensa cercana.

USS Iwo Jima (LHD-7): buque insignia de los grupos anfibios, con capacidad para 1.894 marines, cubierta de aterrizaje de 42 m y armamento antiaéreo Sea Sparrow, RAM, sistemas CIWS Phalanx y cañones MK-38.

USS Fort Lauderdale (LPD-28): especializado en operaciones especiales y desembarcos con embarcaciones LCAC (hovercraft); combina transporte rápido de tropas y vehículos con defensas antimisiles y antiaéreas
.

Objetivos y repercusiones

El despliegue se ordenó el 14 de agosto como respuesta a la autorización del Pentágono para proyectar fuerza contra los cárteles de narcotráfico en América Latina, según el plan del presidente Trump. La escalada ha generado alerta en Caracas, que activó un “plan especial” con más de 4,5 millones de milicianos para contrarrestar cualquier acción percibida como amenaza a la soberanía nacional.

 

Reacción de Caracas

El gobierno de Nicolás Maduro calificó la maniobra de “amenaza a la soberanía” y activó un “plan especial” con más de 4,5 millones de milicianos para monitorear las costas y preparar una eventual respuesta. Caracas insiste en que la operación refleja una intención política más allá de la lucha antidrogas y advierte posibles contramedidas diplomáticas y militares si el despliegue persiste.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Translate »