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Café y ron: Gastronomía con aroma venezolano

30/06/2017/Todounchef

El Fondo Monetario Internacional alertó recientemente que Venezuela está a poco tiempo de entrar en una hiperinflación. De esta problemática nacional no escapa la producción de productos pioneros de nuestra gastronomía como lo son el café y el ron.

Refiriéndonos en primera instancia al producto que nos ha acompañado a lo largo de nuestra historia, el café venezolano era uno de los principales motores de nuestra economía antes de la aparición del petróleo. Quién estudia la historia cafetalera venezolana no pasará mucho tiempo para que se enamore y se apasione por este elixir de vida que da sentido a las mañanas de muchos venezolanos. Sin embargo, hay un momento de nuestra historia, el actual, en el que a cualquier venezolano apasionado por el café le hierve la sangre al saber que según el Centro de Trámites de las Exportaciones, de Nicaragua (CETREX) en el año 2014, Venezuela fue el segundo comprador de café nicaragüense gastando un total de 46,7 millones de dólares por 10.728.258 Kilogramos de café.

A finales de la década de los noventa Venezuela producía un total de 79.854 toneladas de café. Para el año 2014 la Federación Agropecuaria de comercio (FEDEAGRO), anunció que la producción anual fue de 48.246 toneladas de café. Esto plantea una baja del 40% que representa 31.608 toneladas menos. Esta baja ha incrementado año tras año y a los cafetaleros cada vez se les complica más el hecho de producir por la falta de insumos, mantenimiento de los equipos, entre otras razones.

Sin embargo, el barista venezolano Pietro Carbone, asegura que “el café venezolano actual es mejor que el que se hacía en el pasado”. Nos dice: “Hemos venido trabajando con los pequeños productores para mejorar la cosecha y el tostado del café» con esto podemos comprobar que la oportunidad que se genera a partir de la crisis permite mejorar los procesos de producción con miras al futuro para que cuando se pueda incrementar el número de sacos anuales el grano en sí mismo sea mucho mejor elaborado y así puedan disfrutarse sus aromas de una forma mucho más placentera e intensa.

Por otro lado, el ron al igual que las cervezas tiene un mercado amplio y competitivo dentro de la economía venezolana. Para nadie es una mentira que el ron de Venezuela con denominación de origen es reconocido mundialmente por su característica particular de que para que pueda llamarse ron debe estar mínimo 2 años reposando en barrica de roble blanco y tener 40 grados de alcohol.

Algo particular que está sucediendo dentro de la industria licorera, es que producto de la grave crisis, los altos precios de los diferentes productos ha hecho que algunos licores se dejen de consumir con la misma regularidad de antes y los consumidores hayan tenido que disfrutar momentos de tranquilidad degustando otros alcoholes con un costo más económico sin perder la calidad del mismo. Leo D’Adazzio, presidente de la Asociación de Sommeliers de Venezuela, comenta que “uno de los cambios que más se evidenció fue el de pasar de tomar whisky a beber rones premium” D’Adazzio explica que “esta nueva tendencia de tomar ron en vez de whisky ha hecho que los venezolanos nos sintamos orgullosos de nuestro producto”.

Ambos aseguran que en cada una de sus áreas cada vez son más los venezolanos que se quieren formar tanto baristas como sommeliers, D’ Adazzio dice que esto se debe a que “constantemente los venezolanos les gusta el buen comer y estudiar permite conocer para poder escoger la alta calidad” de igual manera Carbone respecto a este tema expone que “el que estudia para ser barista entiende que el café apasiona y encierra un conjunto de aromas que emocionan. Por eso se despiertan esas ganas de conocer más acerca de cada uno de los procesos anteriores a que el café llegue a la tasa.”

Al escuchar a estos dos maestros, se nota que ambas industrias tienen algo en común y es que aún a pesar de la crisis estos productos siguen dejando el nombre de Venezuela en alto. Los venezolanos se deben sentir orgullosos porque el ron y el café son elaborados por manos de nuestros campos, sudor y trabajo de cada una de las personas que se sienten atadas a no olvidar nuestra cultura. De ahora en adelante cada vez que un venezolano se tome un café o beba un ron debe brindar por esos valientes hombres que dieron horas de su tiempo para que nosotros podamos tener momentos inolvidables encerrados en los aromas venezolanos.

Muy pronto tendremos la oportunidad de escuchar directamente de la mano de los protagonistas como hacen ellos en tiempos de crisis para cocinar en una mejor Venezuela

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