28/03/2016/El gran chef/AJV
Lo primero y primordial que debes saber y no olvidar, es algo tan simple como que con rojas ternera o vacuno, va el tinto y para las carnes blancas como el , pollo o pescado, tienes que elegir el vino blanco. Eso sí, cuando las comidas llevan una salsa elaborada con vino, entonces la elección de éste ya no será en base a la carne sino al tipo de vino utilizado en la salsa.
Si no hay salsa o ésta no lleva vino, pero la cocción de la carne sí que lo incorpora entonces tendrás que elegir de acuerdo al vino utilizado en el proceso.
Otra regla de oro es que nunca una comida debe tapar el sabor del vino ni viceversa; es por éste motivo que resulta importante lograr el emparejamiento adecuado para que al paladar ambos sabores puedan ser identificados y disfrutados.
Otros tips sobre la elección del vino
Para emparejar comidas o alimentos amargos o salados
Nunca escoger un vino que también sea amargo, de lo contrario el sabor obtenido por la combinación de ambos será un tanto fuerte y desagradable, mejor opta por uno de suave dulzura. En el caso de que la comida sea salada entonces además de los vinos dulzones podrías escoger alguno espumante.
Emparejando alimentos o comidas picantes
En éste sentido lo mejor es recurrir a vinos ligeros y bajos en graduación alcohólica; también puede ir bien un vino rosado apenas dulce.
Para acompañar platos dulces
En éste caso debes optar por un vino que sea más dulce que el plato en sí mismo; si éste contiene un alimento salado con una salsa dulce entonces recurrir a un vino de alta graduación alcohólica sería perfecto.
Cuando la comida es ácida…
Con éstos platos está la excepción y es que hay que elegir un vino de igual o mayor acidez que la comida.
Para acompañar alimentos grasos
Puede ser el caso de algunos que incorporen lácteos en la receta o que sean grasos por sí mismos como por ejemplo algunos cortes de carne; entonces la elección debe ser un vino ácido o afrutado.
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