09/07/2016/LaVanguardia / Un producto de la marca Kinder, señalado por contener un posible cancerígeno
La agencia de seguridad alimentaria alemana Foodwatch acaba de hacer pública una investigación que asegura que se han hallado en varios productos de chocolate agentes considerados posibles agentes cancerígenos. Kinder, Lindt y Rübezahl son algunas de las marcas afectadas a las que la agencia ha pedido que retiren estos productos, aunque éstas de momento se han negado.
Varios medios germanos como The Local se han hecho eco del controvertido estudio elaborado por investigadores independientes. Según el trabajo, tras someter a varias pruebas a una larga lista de productos hasta en 20 productos diferentes la agencia encontró tasas altas de hidrocarburos aromáticos derivados de aceites minerales (MOAH, en inglés), un producto considerado posible cancerígeno. Foodwatch ha pedido la retirada de tres de ellos al encontrar “niveles peligrosos”: las barritas kinder Riegel (de la italiana Ferrero), Fioretto Nougat Minis (de Lindt) y Sun Rice Classic Schoko Happen (de la casa alemana Rübezahl) han sido las tres compañías señaladas a las que agencia alimentaria ha pedido, sin éxito, que hagan públicos los resultados y retiren los productos. “Pueden desencadenar en cáncer y causar perturbaciones genéticas , pero a pesar de ello los fabricantes se niegan a retirarlos de la venta”, lamenta Foodwatch en su página web.
Una agencia ‘solvente’
Para la organización de consumidores y usuarios española Facua, la agencia de seguridad que se ha encargado de la investigación es lo suficientemente “solvente” como para que la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria haga una evaluación al respecto, de “explicaciones” y tome medidas, ha reconocido a este medio Rubén Sánchez, el portavoz de Facua. Sánchez reconoce que ya han recibido llamadas de consumidores preocupados, por eso recuerda que “comerte una chocolatina de estas no provoca cáncer” sino que se trata de cancerígenos a largo plazo, por efecto acumulativo. No obstante considera que, independientemente de las medidas que se podría plantear la EFSA, una solución de urgencia debería ser sustituir el envoltorio conflictivo. En este sentido, la marca italiana Ferrero ha salido al paso de las críticas asegurando que trabajan en “soluciones técnicas para minimizar en la medida de lo posible estas sustancias” y añaden que “los productos Kinder, y en concreto Kinder Riegel, son seguros, creados con la máxima calidad y siempre en conformidad con las legislaciones alimentarias locales y europeas”.
Según la investigación, estas sustancias peligrosas se encontrarían en el envoltorio y penetrarían en el chocolate. La agencia asegura que los niveles de estos agentes son “inaceptables” para el consumo mientras que la Asociación de Confitería Alemana afirma que se pueden consumir sin problemas y que no suponen un riesgo para la salud.
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