12/04/2017/Prensa Mintur/AJV
En Caracas, el Nazareno San Pablo es venerado desde 1.579 cuando la ciudad estaba siendo azotada por una epidemia; ante la imposibilidad de cura, los pobladores decidieron sacar en procesión ese Miércoles Santo a la imagen para rogar por la cura de los enfermos.
Cuenta la historia que al llegar la procesión a la esquina de Miracielos, su cruz se enredó entre las ramas de un limonero y se tambalearon sus andas haciendo caer los limones de la planta. Los asistentes interpretaron este hecho como un signo de Dios y con los frutos elaboraron una bebida para los enfermos, quienes tuvieron una cura inmediata.
El Nazareno de San Pablo, tiene la peculiaridad de movilizar a miles de venezolanos sin importar la distancia para cumplir sus promesas por los milagros concedidos.
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